10/27/2009
Nunca se me dio demasiado bien poner las cartas sobre la mesa, a decir verdad, a casi nadie se le da. Nos encriptamos y complicamos, nos maquillamos y ofrecemos versiones incompletas de nuestros yoes, un resultado elegante y estético. Y la verdad es sencilla, esta abominación de la naturaleza soy yo, pero es una deformidad de elegancia social, pues la naturaleza pone, propone, y pospone para su coctel de combinaciones, y es que a ella le interesa sumamente la diversidad, pues necesita una selección natural para sobrevivir. En algún momento la ingeniería natural y selectiva concluyo en complicadísimas combinaciones de carácter poco predecible. Sentimientos que van aparte de la razón y razonamientos emotivos. No sé porque llevo años intentando conocerla, a mi pareja perfecta, y creo reconocerla en otras mentes, y acabo viendo su imperfección, es cuestión de tiempo. Si hay más gente que lo vive como yo, estamos todos buscando y sufriendo “decepciones”. Creo que voy a poner las cartas sobre la mesa, ser valiente y admitir que la insatisfacción procede del “fracaso” personal, de no aceptar lo que es. Y es que las vidas son pobres por defecto, admitir que somos simples hormigas en el patio de recreo de niños egocéntricos y epicéntricos. Y como hormiga, mis esfuerzos son granitos de arena en una dimensión insondable. Basta ya de perder el tiempo conociendo mujeres, mi naturaleza sexual agresiva, no va a saciarse en la entropía, pero si puede encontrar el orden bajo el vestido de una prostituta. Basta de preocuparme de si la gente está bien, pues ellos son los únicos que elijen su camino, y el consuelo es la sangre de los cobardes. Basta de querer recuperar la perfección en mi cuerpo, la muerte vendrá, me follara y me fulminará, antes o luego; este es mi cuerpo, deforme en elegancia, y conforme en la existencia, lo trataré bien, pero no me identificaré con él. Yo soy la savia que necesita este cuerpo para sobrevivir, y como tal, ningún cuerpo o acción fuera de mis límites transciende a mí, yo refino la mentira, la creación y sensación, para obtener una interpretación. Yo soy hormiga, arena, patio y niño; encerrados en nosotros mismos, maniobras de escapismo, hasta la muerte, o hasta la conciencia…
10/21/2009
Nuri, Maricarmen y Yolanda
Yo creía que el mundo se había creado para mi, hasta que un día vi las señales de tráfico que habían fuera del coche, entonces comprendí, que esas señales estaban antes que yo, y si el mundo fuese para mi, que sentido tenían antes de mi existencia. Sentí tristeza, y de pronto… llegamos, mi madre me abrazó y me olvide de ello, asumiendo mi pluralidad. Más tarde, me llevaron a la guardería Estela: Me encantaba ese lugar, lo sentía como un premio. Lo llevaban 2 hermanas, me trataban muy bien, me enseñaron a dibujar (sobretodo trucos para hacerlo) y se cantaba con frecuencia. Había unos columpios en el patio, recuerdo uno rojo donde hacia el mono. Guardo buenos recuerdos, hasta en mis sueños de coma, pasé un tiempo en una cama postrado allí. Me hacían hacer un cuaderno con mis dibujos, y un tiempo después de acabar el segundo, una mañana, me hicieron madrugar. Me llevaron a un sitio con varios edificios, una mini ciudad. Yo protestaba y lloraba, pero mi padre, no parecía ceder un pelo, supongo que tendría prisa por ir a trabajar. Me habían dado una cartera con 3 arbolitos, y no tuve más remedio que acudir a primero de párvulos. Los niños se rieron de mí, por tener una cartera de “niña”, y empecé con muy mal pie, aparte que era el nuevo. Yo no sabía leer, y allí parecía la obsesión principal. Recuerdo a la profesora, se llamaba Nuri, es una mujer que nunca he podido olvidar. Nos hacia leer en catalán, pero o yo no la entendía, o pretendía que aprendiéramos por osmosis. Las palabras eran sencillas, solía repetirlas siempre, y hacer combinaciones de monosílabos. Eran símbolos muy extraños, con muchas florituras, creo que habría sido más efectivo empezar por una caligrafía menos cambiante, de editorial. Las palabras solían ser “ou”, “pipa”, “Pep”, a veces en un alarde literario “niu”, “pluja”, jugar” “nubol”, “sol”… Mi mente no sabía asociar un símbolo a un sonido, y este a un significado y más tarde, una imagen. Para mí era más fácil asociar o inventar una acción del maldito “Pep” (Pepe). Me inventaba una frase con esas combinaciones, y a veces acertaba, y otras… me perdía medio patio hasta que me dejaban salir. Tuve varios encuentros con ella, que analizaré un poco para mayor comprensión, como una vez que robé un cambio en un bar (25 pesetas) y perdí la moneda en clase. Según Nuri, un niño no podía poseer dinero, y lo dejó en la mesa. Yo volví a robar mi propio dinero, y acabaron por pillarme. Nuri, en un tono muy desagradable, me dijo que me iban a llevar a la cárcel, para más tarde decirme que me perdonaba, pero otro día vendría la policía a detenerme.
Mis padres, solían estar ocupados con su vida diaria, y el pelo me creció, Nuri decía que parecía un gitano, y cada día me decía que me cortase el pelo. Mi madre, pasaba de llevarme a una peluquería, y un día Nuri amenazó con no dejarme entrar en su clase, que era un gitano (desconocía que era un gitano, pero debería ser una cosa con pelo largo y horrible). Asustado, cogí unas tijeras, y me corté yo mismo el pelo. Creo que mi madre nunca entendió porque lo hice, pero fue a hablar con Nuri, y desaparecieron sus vejaciones.
Nuri era una fumadora compulsiva, y era muy amiga de Mari Carmen, la profesora de guardería, como estaban en clases contiguas se veían con frecuencia, aunque en realidad eran 3, junto con la profesora de música Yolanda. Nuri solía hacernos una especie de siesta obligatoria, donde acabábamos apoyando las cabezas sobre una mesa azul. Cuando ella creía que dormíamos, se sentaba junto con Mari Carmen a fumar como locas. Yo cerraba los ojos, temía a esa mujer, y no quería que tuviera motivos para enfadarse. Su ritual consistía en cruzarse de piernas las 2, cigarrillo en mano, y quejarse de su suerte. Se quejaban asiduamente de los hombres, los cuales creo que odiaban. Es muy curioso, que ninguno de los que estábamos en esa clase, hayamos conseguido fumar (al menos hasta los 16, cuando perdí la pista). A los 12, durante meses intenté engancharme, pero sin resultados, era inmune al efecto de dependencia. Alberto Perez, fue la única excepción, y tenía la manía de apagar sus cigarrillos en la palma de sus manos, algo que ya tiene sentido; aunque fumaba con desgana. Esos recuerdos parece que se asociaron, y aun hoy, me siento mal cuando una mujer enciende un cigarrillo, cruza las piernas y habla de algo negativo o de hombres, tengo fe de que entender este episodio de mi vida va a ayudarme a ser más consciente.
Los cursos fueron pasando, y me libre de Nuri y Mari Carmen, pero Yolanda era una profesora que tendría durante años. Me tenía tirria, o tal vez se la tenía a todos los hombres.
En esa época no poseía empatía, pero ahora entiendo que Nuri y Mari Carmen, eran personas que vivían con odio, eran feas físicamente, y pretendían gustar a los hombres, sin siquiera plantearse que no se gustaban a sí mismas. Yolanda se enamoró de un hombre al que yo admiraba, pero creo que era homosexual. Creo que ninguna tenía vocación de profesora, sino más bien, frustración. Creo que no os tomasteis en serio la gran responsabilidad que es enseñar, y creo poder entender lo dura que fue vuestra vida durante esos años, por mi parte, os disculpo después de 25 años.
Mis padres, solían estar ocupados con su vida diaria, y el pelo me creció, Nuri decía que parecía un gitano, y cada día me decía que me cortase el pelo. Mi madre, pasaba de llevarme a una peluquería, y un día Nuri amenazó con no dejarme entrar en su clase, que era un gitano (desconocía que era un gitano, pero debería ser una cosa con pelo largo y horrible). Asustado, cogí unas tijeras, y me corté yo mismo el pelo. Creo que mi madre nunca entendió porque lo hice, pero fue a hablar con Nuri, y desaparecieron sus vejaciones.
Nuri era una fumadora compulsiva, y era muy amiga de Mari Carmen, la profesora de guardería, como estaban en clases contiguas se veían con frecuencia, aunque en realidad eran 3, junto con la profesora de música Yolanda. Nuri solía hacernos una especie de siesta obligatoria, donde acabábamos apoyando las cabezas sobre una mesa azul. Cuando ella creía que dormíamos, se sentaba junto con Mari Carmen a fumar como locas. Yo cerraba los ojos, temía a esa mujer, y no quería que tuviera motivos para enfadarse. Su ritual consistía en cruzarse de piernas las 2, cigarrillo en mano, y quejarse de su suerte. Se quejaban asiduamente de los hombres, los cuales creo que odiaban. Es muy curioso, que ninguno de los que estábamos en esa clase, hayamos conseguido fumar (al menos hasta los 16, cuando perdí la pista). A los 12, durante meses intenté engancharme, pero sin resultados, era inmune al efecto de dependencia. Alberto Perez, fue la única excepción, y tenía la manía de apagar sus cigarrillos en la palma de sus manos, algo que ya tiene sentido; aunque fumaba con desgana. Esos recuerdos parece que se asociaron, y aun hoy, me siento mal cuando una mujer enciende un cigarrillo, cruza las piernas y habla de algo negativo o de hombres, tengo fe de que entender este episodio de mi vida va a ayudarme a ser más consciente.
Los cursos fueron pasando, y me libre de Nuri y Mari Carmen, pero Yolanda era una profesora que tendría durante años. Me tenía tirria, o tal vez se la tenía a todos los hombres.
En esa época no poseía empatía, pero ahora entiendo que Nuri y Mari Carmen, eran personas que vivían con odio, eran feas físicamente, y pretendían gustar a los hombres, sin siquiera plantearse que no se gustaban a sí mismas. Yolanda se enamoró de un hombre al que yo admiraba, pero creo que era homosexual. Creo que ninguna tenía vocación de profesora, sino más bien, frustración. Creo que no os tomasteis en serio la gran responsabilidad que es enseñar, y creo poder entender lo dura que fue vuestra vida durante esos años, por mi parte, os disculpo después de 25 años.
Mas vale alma en mano que 100 volando
A mil kilómetros de distancia nacieron 2 hombres. Ambos se llamaban igual, ambos nacieron al unisonó. Los 2 fueron a la escuela, los 2 fueron amados por sus padres, y los 2 eran hijos únicos. Por lo demás sus vidas eran casi iguales, a excepción de sus respectivos 1000 kilómetros. Una navidad saltó una diferencia, pues al primer hombre le regalaron 1000 euros, y al otro no. Este decidió guardarlos, y ambos se volvieron a acoplar a la misma parecida realidad. A pesar de tener una buena infancia y recuerdos, ambos tenían una mente despierta, y una profunda melancolía. Los 2 pasaron años tristes, y los 2 llegaron a la misma conclusión:
Hombre 1 y 2: Me falta algo.
Ambos pensaron en salir a buscarlo, y fueron a una tienda de todo a 1 euro. La tienda resultó ser un viejo almacén, de tamaño inmenso. Estuvieron viajando durante horas, mirando las estanterías que parecían no tener fin. En el tramo final, encontraron unas pequeñas cajas de madera. Había un letrero que ponía…
Letrero: Sección de almas.
Los dos estaban atónitos, no habían visto nada parecido en el pasado. Comenzaron a mirarlas con curiosidad, cada cajita era distinta. Cada una, reposaba sobre una nota, y ponía que tipo de alma contenía. A mil kilómetros respectivamente, investigaron cajas con los mismos nombres…
Hombre 1 y 2: Alma caritativa, alma sucia, alma salvaje, alma de niño, alma gemela… alma gemela… debe ser esto lo que me falta…
Miraron la pegatina con el precio y en ambos ponía:
Pegatina: 1000 Euros.
Allí sus vidas empezaron a diferenciarse, el primer hombre si tenía 1000 euros, pero el otro no. El primero sonrió y recogió la cajita con su alma gemela, y el otro simplemente se conformó. Siguieron mirando cajas, hasta encontrar una negra, en la nota había escrito con letra de niño:
Nota: Tu alma, última en stock.
Miraron la pegatina con el precio…
Pegatina: 1 Euro.
Esta vez fue el segundo hombre el que sonrió…
Hombre 2: 1000 euros no tengo, pero 1 si.
Hombre 1:1000 euros tengo, pero 1001 no.
Ninguno paso mucho tiempo decidiendo que comprar, se hacía tarde y en unas horas se haría de noche. Con sus respectivas elecciones, se fueron a la salida, para finalizar su compra.
Sus almas se balanceaban en una bolsa de plástico. Al llegar a casa, ambos fueron a sus camas, se taparon al completo con un edredón, encendieron una linterna… Estudiaron sus cajitas: La caja del primer hombre era rosa, olía a rosas y estaba bañada con un suave barniz. El primer hombre la abrió ansioso. Dentro había un pañuelo de pura seda, era rosa pálido. Sintió unas ganas terribles de dormir con en el cuello. Se lo hato a él y se durmió.
El segundo hombre inspeccionó su caja, era negra como el universo, olía a tierra, y estaba tallada a mano de forma casera. El segundo hombre la abrió con curiosidad. Dentro había un pañuelo de esparto, era color negro, y más bien parecía un trapo. Lo colocó debajo de la almohada y se quedo frito.
A la mañana, el hombre del pañuelo rosa tuvo un feliz despertar, salió a la calle y tropezó con una bella mujer, hecha para el…
El hombre del pañuelo negro despertó mareado, y a medida que iba pasando el día le dolía más y más el culo…
Pasaron 50 años, y un error informático cruzó unas cartas. Ambos hombres, cercanos a la muerte, se dieron cuenta que tenían un doble. Ambos cogieron el coche a la vez, y se dispusieron a conocerse. Cuando llevaban 500 kilómetros hubo una gran colisión, chocaron en un impacto de metal. Entre las alambradas de hierro y el fuego de humo, reposaban los dos hombres, estaban atravesados por la misma barra de acero. Ambos parpadearon, y se vieron a sí mismos. Eran idénticos, hasta iban vestidos igual. Su única diferencia eran los pañuelos que llevaban en el cuello.
Hombre 1: Parece que eras tú lo que me faltaba, ahora me siento en paz.
Hombre 2: Yo ya me sentía en paz ¿Es tu alma la que llevas colgada del cuello?
Hombre 1 señalando un pañuelo negro en su cuello: No, es mi alma gemela. Al principio mis almas gemelas eran rosas y delicadas, pero con el tiempo cambiaban, y dejaban de amarme, así que compraba una nueva cada vez. Con el tiempo los pañuelos eran más oscuros. Viví toda mi vida necesitando y ansiando almas gemelas, pero…
El primer hombre sonrió y se encogió de hombros.
Hombre 1: ¿Es tu alma gemela la que llevas colgada en el cuello?
Hombre 2 señalando un pañuelo rosa en su cuello: No, es mi alma. Al principio mi alma era negra y áspera, pero con el tiempo cambió, y empecé a amarla, y dejé de necesitar la perfección, porque de alguna forma ya residía en mi si me aceptaba y amaba tal como soy. Con el tiempo el pañuelo se volvió rosa. Viví toda mi vida dando y compartiendo, podía amar a cualquier alma…
Hombre 1 sacando sangre por la boca: Gracias hermano, estoy muy débil, creo que nos conocemos y despedimos aquí…
Hombre 2 intentando levantarse: Quiero vivir y que vivas hermano, la vida no acaba aquí…
El segundo hombre, empezó a deslizar su cuerpo con gran esfuerzo y dolor por la barra de acero, hasta que consiguió separarse de esta. Se alzó y cogió al primer hombre en brazos, y lo llevo a un claro de hierba.
Hombre 1: Gracias… hermano… ojala… pudiera…vivir… para… agradecértelo.
Hombre 2: Mientras yo viva, tu agradecimiento vivirá en mí.
El primer hombre murió, y en su cuello, el pañuelo, tenia grietas rosas.
Dedicado a la sonrrisa de Lidya y Ginna.
Hombre 1 y 2: Me falta algo.
Ambos pensaron en salir a buscarlo, y fueron a una tienda de todo a 1 euro. La tienda resultó ser un viejo almacén, de tamaño inmenso. Estuvieron viajando durante horas, mirando las estanterías que parecían no tener fin. En el tramo final, encontraron unas pequeñas cajas de madera. Había un letrero que ponía…
Letrero: Sección de almas.
Los dos estaban atónitos, no habían visto nada parecido en el pasado. Comenzaron a mirarlas con curiosidad, cada cajita era distinta. Cada una, reposaba sobre una nota, y ponía que tipo de alma contenía. A mil kilómetros respectivamente, investigaron cajas con los mismos nombres…
Hombre 1 y 2: Alma caritativa, alma sucia, alma salvaje, alma de niño, alma gemela… alma gemela… debe ser esto lo que me falta…
Miraron la pegatina con el precio y en ambos ponía:
Pegatina: 1000 Euros.
Allí sus vidas empezaron a diferenciarse, el primer hombre si tenía 1000 euros, pero el otro no. El primero sonrió y recogió la cajita con su alma gemela, y el otro simplemente se conformó. Siguieron mirando cajas, hasta encontrar una negra, en la nota había escrito con letra de niño:
Nota: Tu alma, última en stock.
Miraron la pegatina con el precio…
Pegatina: 1 Euro.
Esta vez fue el segundo hombre el que sonrió…
Hombre 2: 1000 euros no tengo, pero 1 si.
Hombre 1:1000 euros tengo, pero 1001 no.
Ninguno paso mucho tiempo decidiendo que comprar, se hacía tarde y en unas horas se haría de noche. Con sus respectivas elecciones, se fueron a la salida, para finalizar su compra.
Sus almas se balanceaban en una bolsa de plástico. Al llegar a casa, ambos fueron a sus camas, se taparon al completo con un edredón, encendieron una linterna… Estudiaron sus cajitas: La caja del primer hombre era rosa, olía a rosas y estaba bañada con un suave barniz. El primer hombre la abrió ansioso. Dentro había un pañuelo de pura seda, era rosa pálido. Sintió unas ganas terribles de dormir con en el cuello. Se lo hato a él y se durmió.
El segundo hombre inspeccionó su caja, era negra como el universo, olía a tierra, y estaba tallada a mano de forma casera. El segundo hombre la abrió con curiosidad. Dentro había un pañuelo de esparto, era color negro, y más bien parecía un trapo. Lo colocó debajo de la almohada y se quedo frito.
A la mañana, el hombre del pañuelo rosa tuvo un feliz despertar, salió a la calle y tropezó con una bella mujer, hecha para el…
El hombre del pañuelo negro despertó mareado, y a medida que iba pasando el día le dolía más y más el culo…
Pasaron 50 años, y un error informático cruzó unas cartas. Ambos hombres, cercanos a la muerte, se dieron cuenta que tenían un doble. Ambos cogieron el coche a la vez, y se dispusieron a conocerse. Cuando llevaban 500 kilómetros hubo una gran colisión, chocaron en un impacto de metal. Entre las alambradas de hierro y el fuego de humo, reposaban los dos hombres, estaban atravesados por la misma barra de acero. Ambos parpadearon, y se vieron a sí mismos. Eran idénticos, hasta iban vestidos igual. Su única diferencia eran los pañuelos que llevaban en el cuello.
Hombre 1: Parece que eras tú lo que me faltaba, ahora me siento en paz.
Hombre 2: Yo ya me sentía en paz ¿Es tu alma la que llevas colgada del cuello?
Hombre 1 señalando un pañuelo negro en su cuello: No, es mi alma gemela. Al principio mis almas gemelas eran rosas y delicadas, pero con el tiempo cambiaban, y dejaban de amarme, así que compraba una nueva cada vez. Con el tiempo los pañuelos eran más oscuros. Viví toda mi vida necesitando y ansiando almas gemelas, pero…
El primer hombre sonrió y se encogió de hombros.
Hombre 1: ¿Es tu alma gemela la que llevas colgada en el cuello?
Hombre 2 señalando un pañuelo rosa en su cuello: No, es mi alma. Al principio mi alma era negra y áspera, pero con el tiempo cambió, y empecé a amarla, y dejé de necesitar la perfección, porque de alguna forma ya residía en mi si me aceptaba y amaba tal como soy. Con el tiempo el pañuelo se volvió rosa. Viví toda mi vida dando y compartiendo, podía amar a cualquier alma…
Hombre 1 sacando sangre por la boca: Gracias hermano, estoy muy débil, creo que nos conocemos y despedimos aquí…
Hombre 2 intentando levantarse: Quiero vivir y que vivas hermano, la vida no acaba aquí…
El segundo hombre, empezó a deslizar su cuerpo con gran esfuerzo y dolor por la barra de acero, hasta que consiguió separarse de esta. Se alzó y cogió al primer hombre en brazos, y lo llevo a un claro de hierba.
Hombre 1: Gracias… hermano… ojala… pudiera…vivir… para… agradecértelo.
Hombre 2: Mientras yo viva, tu agradecimiento vivirá en mí.
El primer hombre murió, y en su cuello, el pañuelo, tenia grietas rosas.
Dedicado a la sonrrisa de Lidya y Ginna.
10/15/2009
Animal Interior
ADVERTENCIA: Este poema contiene vocabulacio y sentido sexual, no lo leas si no te apetece experimentarlo.
El existe, no puedo negarlo, se mueve y retuerce dentro de mí, y tú, lo provocas y agitas, lo lames y masturbas. Imaginar la fragancia de tu entrepierna en celo, despierta al animal que dormía dentro. Tus palabras sutilmente manchadas, no hacen más que ahogar mis reticencias y vergüenzas, y tu cuerpo y mente me provocan como una estaca clavada en mi placer. Es saber que tu sangre se dispersa mas por tu cuerpo, lo enrojece y señala, me animaliza y obliga a desearte mas allá de mi piel, en la tuya, en ti, sintiendo tus muslos abrazar y golpear mi vientre, convulsionándose y sacudiéndose; o tu lengua envolver mi miembro, entre saliva y gemidos, dejando el sentido de mi existencia, bombear en tu paladar. No me mires así, mírame con ojos de Puta, pues nada de esto está prohibido, si lo está, tenerme miedo y privación. Algo moja tu ropa interior, no son mis dedos, no es mi sexo, no son mis palabras, es el deseo que se desprende de mí.
El existe, no puedo negarlo, se mueve y retuerce dentro de mí, y tú, lo provocas y agitas, lo lames y masturbas. Imaginar la fragancia de tu entrepierna en celo, despierta al animal que dormía dentro. Tus palabras sutilmente manchadas, no hacen más que ahogar mis reticencias y vergüenzas, y tu cuerpo y mente me provocan como una estaca clavada en mi placer. Es saber que tu sangre se dispersa mas por tu cuerpo, lo enrojece y señala, me animaliza y obliga a desearte mas allá de mi piel, en la tuya, en ti, sintiendo tus muslos abrazar y golpear mi vientre, convulsionándose y sacudiéndose; o tu lengua envolver mi miembro, entre saliva y gemidos, dejando el sentido de mi existencia, bombear en tu paladar. No me mires así, mírame con ojos de Puta, pues nada de esto está prohibido, si lo está, tenerme miedo y privación. Algo moja tu ropa interior, no son mis dedos, no es mi sexo, no son mis palabras, es el deseo que se desprende de mí.
10/14/2009
Sexo Alfa
Hoy en día, aún podemos oír historias de perros a los que su amo murió, y estos, acabaron falleciendo de tristeza. No comían, no se movían, no tenían ilusión. Para estos, su líder, su “progenitor”, su razón de ser, acabo. Este comportamiento es mayor en entes de mayor vejez y más “vida” compartida. El caso, nos es más cercano, cuando un/una anciano/a deja de respirar. Su pareja en vida, a veces no quiere o no sabe reaccionar, y la vida del que sigue en pie, cae a las pocas semanas o meses. Dichos sujetos, tanto amos como parejas, parecen ser el sexo alfa de los aun vivos, una unión mas allá de lo sexual y territorial, un vinculo existencial. Lejos de ser una fantasía de amor, la capacidad innata de “morir de tristeza” no existe o no llega a crearse en la mayoría de individuos, aunque si es verdad, que se crea un efecto opuesto al de un placebo, y el cuerpo, deja de funcionar a un rendimiento razonable, sucumbiendo sus defensas a las inclemencias externas. Tal vez, sea esa realmente la “capacidad de autodestrucción”, una falta de resistencia del cuerpo por la auto lucha por la supervivencia.
En la naturaleza, se encuentra el caso del jabalí. Cuando este envejece, se torna solitario y deja la manada. A veces se dejan acompañar por un jabalí joven e inexperto, el cual se denomina “escudero”. El joven jabalí, es fiel a su compañero, y siempre va un paso por delante del veterano, exponiendo su vida antes que la de su “maestro”. Intentemos entender el pensamiento de un animal, que toma preferencia a una manada. Este debe abandonarla para no entorpecerla. Y a pesar de ello, sacrifica la vida de un miembro que puede hacer más bien a una comunidad de lo que lo hace el con su elegida soledad. Seguramente, son las ganas de vivir las que dan al instinto prioridad para vivir. Nos encontramos casos no humanos, en los que la individualidad del ser es más importante, y nos topamos a la vez, como algo tan pequeño como una pareja, (expresión mínima de la pluralidad, y expresión máxima de la singularidad), rompe el pacto de vida. La única diferencia posible, es la objetividad de experiencias, tan simple como… Si tú crees que tu vida merece ser vivida, es que lo merece realmente.
En la naturaleza, se encuentra el caso del jabalí. Cuando este envejece, se torna solitario y deja la manada. A veces se dejan acompañar por un jabalí joven e inexperto, el cual se denomina “escudero”. El joven jabalí, es fiel a su compañero, y siempre va un paso por delante del veterano, exponiendo su vida antes que la de su “maestro”. Intentemos entender el pensamiento de un animal, que toma preferencia a una manada. Este debe abandonarla para no entorpecerla. Y a pesar de ello, sacrifica la vida de un miembro que puede hacer más bien a una comunidad de lo que lo hace el con su elegida soledad. Seguramente, son las ganas de vivir las que dan al instinto prioridad para vivir. Nos encontramos casos no humanos, en los que la individualidad del ser es más importante, y nos topamos a la vez, como algo tan pequeño como una pareja, (expresión mínima de la pluralidad, y expresión máxima de la singularidad), rompe el pacto de vida. La única diferencia posible, es la objetividad de experiencias, tan simple como… Si tú crees que tu vida merece ser vivida, es que lo merece realmente.
10/13/2009
Viajes Atemporales
Es curioso, siempre presumí de tener buena memoria, al menos después de los 20, pero resulta que mis cálculos eran erróneos, 1º de E.G.B corresponde al periodo de 5-6 años, tratándose mi cumpleaños en junio, 5 años hasta casi acabar el curso. Así pues, en mi melodrama con Mireia Ferrer, no tenia 12, si no 7. Recordar parece estar vetado según nuestro estado de ánimo. Creo que al igual que con los sueños, la información se deriva al subconsciente, y allí debe quedar almacenada. No se trata de una grabación parecida a una película, sino más bien, la propia vivencia vivida, color, gusto, tacto, sentimiento, dolor, placer… no sé bien porque se graba el proceso completo, y aun menos porque su complicado acceso. Puedes recordar un edificio en el tiempo, e ir recorriendolo en el viendo más o menos detalle, moviéndote como un ente que se desplaza en su propia creación. Puedes acceder a un momento de tu vida, y ver como surgen los detalles del pasado, colores y olores. Puedes ir más lejos, y recordar una situación placentera o desagradable, y reproducirla con otras vivencias; esto se hace ya en los sueños, si logras recordarlos o manipularlos en el mismo momento. El cerebro parece su propia máquina de realidad virtual, donde todo es relativo. Imaginemos por un momento, que tenemos acceso a nuestro pasado, y podemos recombinarlo con el mismo. Las posibilidades son astronómicas, tanto es así, que según sean nuestros recuerdos igualaran o superaran a las posibilidades reales según nuestra esperanza de vida. Si alguna vez fuimos completamente felices, se podrían ramificar esos recuerdos hacia una polinización global. Quien en un sano juicio, puede querer abarcar, amontonar y manipular a otro ser, si este ya se encuentra lleno y pleno. Tal vez con la práctica aprenda a tener una visión más clara de los recuerdos, y consiga soñar despierto, y entender, que tener los ojos abiertos y cerrados, es parte de una misma realidad.
10/11/2009
Arwen
Jamás pensé que escribiría sobre este tema, no por íntimo, si no por su ardua complicación de asociación. Y es hablar de mi primer amor correspondido, un amor casi perfecto. Tal vez tendría 15, no lo sé. Yo era un niño que tartamudeaba delante de una mujer, les tenía pánico.
Un día, alguien había abandonado un cachorro en la montaña, y decidimos hacerlo participe de nuestra familia. Al tiempo, aun pequeño el animal, contrajo una enfermedad, vomitaba y cagaba todo lo que comía. La llevamos al veterinario, y hablo de sacrificarlo, que difícilmente viviría. Su única oportunidad eran cuidados constantes, y darle de comer por sonda, y si había suerte, su cuerpo resistiría. La dejamos en el cuarto de baño, requería atención constante y una limpieza exigente, cada tarde a duras penas la llevaba en brazos al veterinario, no podía ni sostenerse. Allí la sondaban y “comía” para aguantar un día más. En casa, sufría fuertes diarreas y vómitos, y se consumía literalmente. Yo no me separé de ella, aunque me temía lo peor. Los días pasaban, y no parecía mejorar, creo que aguantó un mes el pobre animal. Ese animal era Arwen, una perrita con unos meses, y me dió una gran lección sobre la vida, que no aprendí conscientemente entonces. Sobrevivió, y con ello me enseñó a ser un superviviente, que mas tarde quizás me salvo la vida. Con casi 30 años aún lloro como un niño recordándolo. Tal vez ella confiaba en mí, y eso basto para hacerla resistir. Estuve muy unido a esa perra, sentía que me comprendía y su amor era incondicional. Casi todos tenemos amores casi incondicionales, venidos de nuestras familias, y pocos llegamos a ser mas amados que la propia vida, se que eras una perra, y jamás habría nada entre nosotros, jamás podre pagártelo, jamás te he olvidado.
Un día, alguien había abandonado un cachorro en la montaña, y decidimos hacerlo participe de nuestra familia. Al tiempo, aun pequeño el animal, contrajo una enfermedad, vomitaba y cagaba todo lo que comía. La llevamos al veterinario, y hablo de sacrificarlo, que difícilmente viviría. Su única oportunidad eran cuidados constantes, y darle de comer por sonda, y si había suerte, su cuerpo resistiría. La dejamos en el cuarto de baño, requería atención constante y una limpieza exigente, cada tarde a duras penas la llevaba en brazos al veterinario, no podía ni sostenerse. Allí la sondaban y “comía” para aguantar un día más. En casa, sufría fuertes diarreas y vómitos, y se consumía literalmente. Yo no me separé de ella, aunque me temía lo peor. Los días pasaban, y no parecía mejorar, creo que aguantó un mes el pobre animal. Ese animal era Arwen, una perrita con unos meses, y me dió una gran lección sobre la vida, que no aprendí conscientemente entonces. Sobrevivió, y con ello me enseñó a ser un superviviente, que mas tarde quizás me salvo la vida. Con casi 30 años aún lloro como un niño recordándolo. Tal vez ella confiaba en mí, y eso basto para hacerla resistir. Estuve muy unido a esa perra, sentía que me comprendía y su amor era incondicional. Casi todos tenemos amores casi incondicionales, venidos de nuestras familias, y pocos llegamos a ser mas amados que la propia vida, se que eras una perra, y jamás habría nada entre nosotros, jamás podre pagártelo, jamás te he olvidado.
10/10/2009
Mireia Ferrer
Hace 17 o 18 años me enamoré, ella era Mireia Ferrer, recuerdo sus ojos azules casi helados, su dermis impoluta, su pelo color trigo, su sonrisa envolvente, sus graciosos dientes perfectos, el olor neutro de su piel, y su voz dulce acompañada de risas amenas. Hasta recuerdo su madre, ojos azules, pelo corto, alta, delgada, rubita, y color rosáceo de piel como su hija. Su madre parecía enfadada con los hombres, y centrada en su trabajo. Mireia fue mi primer amor, aunque a decir verdad, no era una persona especial, al menos a los 12. Su cuerpo tenía un defecto, y no digería bien los alimentos. En el almuerzo, siempre tomaba galletas de arroz de sabor insípido, y a la hora de la comida, comía purés y mucha remolacha, nunca supe su dolencia exacta. Creo que su belleza perfecta para un niño, y su “fragilidad”, me hicieron amarla 2 o 3 años. Recuerdo hacer grandes esfuerzos por ella, en el patio jugaba a los bebes (muñecos de niños), a la comba, y a tumbar cromos de picar. Ella tenía 2 cromos preferidos, un pequeño perro negro parecido a un coker con menos pelo, con un collar rojo. Estaba saltando en la hierba, y se veía el cielo de fondo. Creo que el segundo cromo era igual, en color blanco el perro. Eso me costó una inmolación social delante de los demás niños. También tuve que convencer a mis padres para hacer clases de inglés, para estar con ella. La profesora se llamaba Virginia, era inglesa, y apenas aprendí nada. En 3º de EGB noté que se empezaba a fijar en Raül iglesias, e intenté mejorar mis notas, ya que él era el primero de la clase. Nunca descubrí que relación tenía ese niño con la Srta. Amparo, una ancianita de gafas y pelo blanco. Nunca pude pasar de ser el 2º mejor de la clase, sacaba 9s pero Raül era de 10s. Marc Mallasen, el mejor pintor de la clase, dibujaba caballos preciosos, y gustaba tontear con Mireia, muerto de celos, me pelee con él, a puñetazo limpio. En 4º de EGB la Srta. Simón era una vendida, nunca le importó mucho enseñar, trabajaba sin vocación, y perdí bastante el interés. Además se matriculo un niño nuevo, Ferran Pueyo, un niño mitad prodigio mitad mimado, que tenía notas insuperables, y juguetes de última generación. Supongo que fue en 5º cuando llego el gran desengaño… me mandó una carta a casa, diciendo que era una admiradora mía, donde se burlaba voluntaria o involuntariamente a la inteligencia humana. Una amiga, Marta Comajuncosas, me contó que fue obra de una tarde de aburrimiento de Mireia y sus amigas, Miriam Soler, y alguna mas. Me sentí tremendamente estúpido, llevaba casi 3 años dándolo todo por ella, y solo conseguí que me perdiera el respeto. Creo que ese fue el principio de uno de mis miedos irracionales, que una chica se burle de mí, no me respete, y me tenga de “satélite” bordeando su órbita para sacar provecho. Es increíble los detalles que me vinieron a la mente meditando, hacia años y años, que no accedía conscientemente a este “ayer”. Creo que ya va siendo el momento, de hacer consciente este recuerdo que tratando de prevenirme dolor, solo lo causa. Las mujeres no son malas, no son superiores tampoco, son como yo, humanos asustados por sobrevivir y ser respetados. Mireia Ferrer fue la primera niña qué tuvo unos padres divorciados en el colegio, Mireia tuvo que comer distinto y ser de cristal, Mireia fue maldita con la belleza física, y no sabía reconocer su humanidad; Mireia, si un día buscas tu nombre en internet, y lees esto, solo quiero que sepas, que no tuviste ni tuve la culpa.
Pd: Los nombres y apellidos, son reales para que todos tengamos la oportunidad de encontrar si buscamos, Marc, lo siento.
Pd: Los nombres y apellidos, son reales para que todos tengamos la oportunidad de encontrar si buscamos, Marc, lo siento.
10/09/2009
Querida T.I
Querida T.I.,
Me complace que seas participe en una de las cartas, solo lo he hecho para perdonar y aceptar, aceptar las circunstancias de mi minusvalía, mis divergencias con mi madre, y decirle a mi tumor que hay sitio para los dos… comprender. Creo que ambos, nos hemos hablado mucho, y entendido poco, y perdimos la congruencia. Tú eres más lista, yo la perdí mucho antes, soy y eres humana, y lo que decimos no se refleja tanto en nuestros actos. Tal vez, no entiendas hasta que magnitud yo necesitaba esa imperfección e incongruencia, que el azar me permitió empezar a ver. Estas asustada, no hiciste nada malo, simplemente tienes tanto miedo que no te permite ponerte en la piel de otras personas. El protagonista de cada vida, es uno mismo, pero si al decir que todo eres tú, también incluyo por defecto a que yo, soy parte de ti, al igual que al resto de la humanidad. Y sabes, que hay mejores maneras de hacer las cosas, pero si no nos respetamos más, difícilmente entenderás tu interior y exterior. Me has dado mucho más de lo que crees, y te estaré eternamente agradecido, no busco que te sientas mal, al contrario, voy a esperar un tiempo medianamente largo, para hacerte saber que estoy bien, y que no es necesario culparte o preocuparte. Un día de estos, te buscaré, y te preguntaré como estas, disculpa si al poner tu carta en el blog pierdes parte de tu intimidad, no es que sea mi trabajo, es mi idioma. No me salen más palabras ni necesito decir más, cuídate por favor, yo no puedo aun.
PD:Permiteme un regalo hasta que volvamos a chocar... http://www.youtube.com/watch?v=1FzVWlOKeLs
Me complace que seas participe en una de las cartas, solo lo he hecho para perdonar y aceptar, aceptar las circunstancias de mi minusvalía, mis divergencias con mi madre, y decirle a mi tumor que hay sitio para los dos… comprender. Creo que ambos, nos hemos hablado mucho, y entendido poco, y perdimos la congruencia. Tú eres más lista, yo la perdí mucho antes, soy y eres humana, y lo que decimos no se refleja tanto en nuestros actos. Tal vez, no entiendas hasta que magnitud yo necesitaba esa imperfección e incongruencia, que el azar me permitió empezar a ver. Estas asustada, no hiciste nada malo, simplemente tienes tanto miedo que no te permite ponerte en la piel de otras personas. El protagonista de cada vida, es uno mismo, pero si al decir que todo eres tú, también incluyo por defecto a que yo, soy parte de ti, al igual que al resto de la humanidad. Y sabes, que hay mejores maneras de hacer las cosas, pero si no nos respetamos más, difícilmente entenderás tu interior y exterior. Me has dado mucho más de lo que crees, y te estaré eternamente agradecido, no busco que te sientas mal, al contrario, voy a esperar un tiempo medianamente largo, para hacerte saber que estoy bien, y que no es necesario culparte o preocuparte. Un día de estos, te buscaré, y te preguntaré como estas, disculpa si al poner tu carta en el blog pierdes parte de tu intimidad, no es que sea mi trabajo, es mi idioma. No me salen más palabras ni necesito decir más, cuídate por favor, yo no puedo aun.
PD:Permiteme un regalo hasta que volvamos a chocar... http://www.youtube.com/watch?v=1FzVWlOKeLs
10/08/2009
No es oro todo lo que reluce, ni mierda lo que apesta
Carmen tenía pocas cosas en la vida, veía programas de televisión sobre juicios triviales y culebrones re cocinados. Había estado enamorada en secreto de un tal José/Luis Alberto unas 25 veces, aunque tenía marido formal. En secreto, soñaba que aparecería en su cuarto de baño, le levantaría la faja, y la depilaría. Su sueño no llego a despertarse, y una mañana de frio su marido falleció. Sus continuos gruñidos y quejas de artrosis fueron a parar de forma continuada a los oídos de sus amigas. Nunca fue una gran compañía, se aburría tremendamente de su colección minimalista de vivencias, eran tan pocas, que creía firmemente haberlo visto todo. Sus amigas al igual que ella, estaban desilusionadas y vivian ansiando la felicidad de las revistas del corazón. Culpaban a sus maridos por no ser príncipes azules, si no, marrones, que no habían sabido hacerlas feliz.
Un día, En un lugar lejano, Alfredo y su novia, se quedaron sin casa, y las circunstancias de la vida les hicieron tropezarse con Carmen la infeliz. A Carmen le iba perfecta la compañía, una pequeña ayuda económica, y que le podaran las uñas de los pies. Encontró en la novia de Alfredo, un maniquí vivo, que parecía interesarse por esa vida malgastada.
Carmen: Mi madre siempre decía que éramos muy distintas.
Novia (Anna): ¿A si?
Carmen: Si, decía que yo tenía la boñiga más bonita que la de mi hermana, que ella la tenia desordenada.
Anna: ¿La boñiga?
Carmen: ¡Si mujer! ¡El higo! ¡El xoxooooooooooooo! ¡Mi hermana tiene un xoxete horrible!
Anna: Ahhhh…
Un día, cocinó un estofado compacto y contundente, los garbanzos, judías, carne, y demás mejunjes, comenzaron a formal pólvora en el estomago de Alfredo…
Alfredo: ¡Prrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrzzz!
Carmen: ¿Has oído eso?
Alfredo rojo y avergonzado: ... No…
Carmen: ¿Y lo hueles?
Alfredo: … No…
Alfredo se escaqueo y Carmen se quedo pensando…
Carmen .oO( Que raro… Huele como los pedos de mi marido… ¿Se estará comunicando conmigo? Qué raro…)
Más tarde pasaba Anna por allí…
Braguita de Anna en máxima tensión: ¡Prrrrrrrrrrrrrrrrrrrrzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz!
Carmen: ¿Has oído eso?
Anna con ano rojo: … No…
Carmen: ¿Y lo hueles?
Anna: … No…
Anna se esfumó y Carmen se quedo pensando…
Carmen .oO(Que raro… Huele como los pedos de mi marido… ¿Se estará comunicando conmigo? Es la segunda vez… Que feliz me hace que vuelva a por mí… se habrá vuelto un romántico…)
Ese día Carmen estaba muy contenta, incluso no vio la tele, ese día estaba enchufada a sí misma.
Carmen: Sabes Alfredo… creo que mi marido ha vuelto… jiji…
Alfredo: ¿A si? Yo no lo he visto…
Carmen: Ni yo… pero lo he olido… jiji…
Alfredo pronto dedujo a Carmen, y entendió que el motivo por el cual ella deseaba volver a vivir, era pensar que su marido, aun la quería. Puso gran esfuerzo y fue tirándose pedos por la casa, a diario, como un ladrón que deja su sello físico/espiritual.
Carmen estaba más contenta que un cura pedófilo, había recuperado sus ganas de vivir, si es que su memoria se acordaba. Alfredo mantenía un estricto régimen a base de Lácteos, carne grasienta, pastelitos de la pantera rossa, repollo, brécol, lentejas, frijoles y chicles.
Carmen ahorró para poder traer a una espiritista una noche a casa, Alfredo había acumulado cantidades aerostáticas para hacer feliz a Carmen. Las dos mujeres, se sentaron en la mesa del comedor, y la bruja sacó una guija portátil del bolso, y la desplegó como un parchís.
Bruja: Espíritus del mas allá y mas “paki”; Espectros, meigas, duendes y bicharracos, yo os invoco a esta salta casa. ¡Manifestaos! ¡Os lo ordeno!
Alfredo en otra habitación: ¡Prrrrrrrrrrrrrrtzzzzzzzzzzz!
Bruja: ¡Dios! ¡Es un espíritu poderoso! ¡Su marido era un ser con mucha luz!
Carmen: Siempre fue muy “apañao”
Bruja: ¡Danos una señal!
Alfredo escondido: ¡Prrrrrrrrrrzzzzzzzzzztttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttt!
Bruja: No hay duda, se trata de una psicofonía en toda regla.
Carmen: De pequeño cantaba en el coro de monaguillos.
El aire comenzaba a hacerse más sólido.
Bruja: ¡Ozuuuuuuuuuuu! Se está manifestando con olores ¡Se trata de un espíritu de 4º nivel! ¡Su marido es muy poderoso!
Carmen: Trabajaba de portero en un edificio con un bufete de abogados, algo se le debió pegar.
El pobre esfínter de Alfredo se derrumbó ante tanta presión, y soltó una traca con meteoritos.
Alfredo: ¡!!Prrrrrrrrrrracaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Bruja: ¡Joder! ¡Aquí huele a mierda! ¡Esto es más bien una pedofonia!
Carmen: ¡San Antonio protégenos!
Alfredo salió de su escondite atontado por la distensión de su esfínter.
Bruja: ¡El espíritu ha poseído el culo de ese joven!
Carmen: ¡Pobre Alfredo!
Bruja: ¡Solo un beso en la zona poseída podrá romper el hechizo!
Fin...
Basado en una historia real.
Un día, En un lugar lejano, Alfredo y su novia, se quedaron sin casa, y las circunstancias de la vida les hicieron tropezarse con Carmen la infeliz. A Carmen le iba perfecta la compañía, una pequeña ayuda económica, y que le podaran las uñas de los pies. Encontró en la novia de Alfredo, un maniquí vivo, que parecía interesarse por esa vida malgastada.
Carmen: Mi madre siempre decía que éramos muy distintas.
Novia (Anna): ¿A si?
Carmen: Si, decía que yo tenía la boñiga más bonita que la de mi hermana, que ella la tenia desordenada.
Anna: ¿La boñiga?
Carmen: ¡Si mujer! ¡El higo! ¡El xoxooooooooooooo! ¡Mi hermana tiene un xoxete horrible!
Anna: Ahhhh…
Un día, cocinó un estofado compacto y contundente, los garbanzos, judías, carne, y demás mejunjes, comenzaron a formal pólvora en el estomago de Alfredo…
Alfredo: ¡Prrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrzzz!
Carmen: ¿Has oído eso?
Alfredo rojo y avergonzado: ... No…
Carmen: ¿Y lo hueles?
Alfredo: … No…
Alfredo se escaqueo y Carmen se quedo pensando…
Carmen .oO( Que raro… Huele como los pedos de mi marido… ¿Se estará comunicando conmigo? Qué raro…)
Más tarde pasaba Anna por allí…
Braguita de Anna en máxima tensión: ¡Prrrrrrrrrrrrrrrrrrrrzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz!
Carmen: ¿Has oído eso?
Anna con ano rojo: … No…
Carmen: ¿Y lo hueles?
Anna: … No…
Anna se esfumó y Carmen se quedo pensando…
Carmen .oO(Que raro… Huele como los pedos de mi marido… ¿Se estará comunicando conmigo? Es la segunda vez… Que feliz me hace que vuelva a por mí… se habrá vuelto un romántico…)
Ese día Carmen estaba muy contenta, incluso no vio la tele, ese día estaba enchufada a sí misma.
Carmen: Sabes Alfredo… creo que mi marido ha vuelto… jiji…
Alfredo: ¿A si? Yo no lo he visto…
Carmen: Ni yo… pero lo he olido… jiji…
Alfredo pronto dedujo a Carmen, y entendió que el motivo por el cual ella deseaba volver a vivir, era pensar que su marido, aun la quería. Puso gran esfuerzo y fue tirándose pedos por la casa, a diario, como un ladrón que deja su sello físico/espiritual.
Carmen estaba más contenta que un cura pedófilo, había recuperado sus ganas de vivir, si es que su memoria se acordaba. Alfredo mantenía un estricto régimen a base de Lácteos, carne grasienta, pastelitos de la pantera rossa, repollo, brécol, lentejas, frijoles y chicles.
Carmen ahorró para poder traer a una espiritista una noche a casa, Alfredo había acumulado cantidades aerostáticas para hacer feliz a Carmen. Las dos mujeres, se sentaron en la mesa del comedor, y la bruja sacó una guija portátil del bolso, y la desplegó como un parchís.
Bruja: Espíritus del mas allá y mas “paki”; Espectros, meigas, duendes y bicharracos, yo os invoco a esta salta casa. ¡Manifestaos! ¡Os lo ordeno!
Alfredo en otra habitación: ¡Prrrrrrrrrrrrrrtzzzzzzzzzzz!
Bruja: ¡Dios! ¡Es un espíritu poderoso! ¡Su marido era un ser con mucha luz!
Carmen: Siempre fue muy “apañao”
Bruja: ¡Danos una señal!
Alfredo escondido: ¡Prrrrrrrrrrzzzzzzzzzztttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttttt!
Bruja: No hay duda, se trata de una psicofonía en toda regla.
Carmen: De pequeño cantaba en el coro de monaguillos.
El aire comenzaba a hacerse más sólido.
Bruja: ¡Ozuuuuuuuuuuu! Se está manifestando con olores ¡Se trata de un espíritu de 4º nivel! ¡Su marido es muy poderoso!
Carmen: Trabajaba de portero en un edificio con un bufete de abogados, algo se le debió pegar.
El pobre esfínter de Alfredo se derrumbó ante tanta presión, y soltó una traca con meteoritos.
Alfredo: ¡!!Prrrrrrrrrrracaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Bruja: ¡Joder! ¡Aquí huele a mierda! ¡Esto es más bien una pedofonia!
Carmen: ¡San Antonio protégenos!
Alfredo salió de su escondite atontado por la distensión de su esfínter.
Bruja: ¡El espíritu ha poseído el culo de ese joven!
Carmen: ¡Pobre Alfredo!
Bruja: ¡Solo un beso en la zona poseída podrá romper el hechizo!
Fin...
Basado en una historia real.
Energia Vital
Hoy recordé uno de mis últimos y más escalofriantes sueños, en realidad soñé en pasado presente y futuro, solo que no lo tenía claro. En este sueño era mayor, mis padres seguían vivos y mi hermano. Las ciudades habían evolucionado a un nivel mínimo, de hecho estaban casi igual. Los ricos habían creado su propia sociedad y ya no necesitaban al gentío. Los pobres estábamos muy mal organizados, y ya no se trabajaba, nadie quería ese producto. Lo único que poseíamos las personas que interesara a la supra sociedad, era nuestra energía vital. Esa palabra no se usaba, se denominaba “infusiones”. La metodología era sencilla, tenias que despertarte pronto, ir a un hospital, y hacer una gran cola con los demás mendigos. Cuando el hospital abría, una enfermera vestida de un blanco cristalino, te ponía unas sondas y agujas, te preguntaba cuando querías donar, y según cuanto te entubaba más o menos. La competencia era enorme, y la extracción larga. Nos quedábamos viendo una película, a veces repetida como en los autocares, mientras algo parecido a la sangre salía de ti y te ibas debilitando progresivamente. Cuando cumplían un cupo, cerraban las puertas del hospital, te daban tus “créditos”, que eran números en una máquina. Los bares ya no solo servían de lugares de ocio, eran lugares donde podías vender tus infusiones, solo que bastante más económicas. Nos reuníamos unos cuantos, y entubados hasta la médula, mirábamos la tele. Te quedabas en un derivado de letargo, donde no podías ni moverte, solo veías la tele. Era un acto aterradoramente normal, y su parecido con la realidad es cercano. Se vendían varios tipos de infusiones, y te ibas consumiendo para sobrevivir. Es muy posible que se trate de una fusión de mi situación en el coma, y mis miedos internos, vender tu alma a cambio de nada; prostituirse por la felicidad de otro que se cree superior, y asumir que lo es, y darle parte de la vida por ello.
10/06/2009
Guau guau
De pequeño mi máxima aspiración era ser perro. Salía de casa temprano, muerto de sueño, mi perro se quedaba en casa, durmiendo. Tenía que escuchar a los profesores, y aprender datos inservibles, pensaba… mi perro no sabe dividir, y le va mejor que yo. Por el mediodía todo eran prisas, por la tarde deberes, y a la noche malos royos, pero mi perro dormía y en otros casos meneaba la cola y le dábamos cariño. Scuby, mi antiguo perro, tal vez en alguna forma de pensamiento deseaba mi vida, poder salir pronto de mañana, y pasear cuando quisiera, no tener que aguantarme el pis, y tener acceso a comida de “más calidad”. Lo que se desea de forma vital, suele desconocerse, los pros y contras. Desconocemos que es ser rico, e ignoramos a cuanta gente llevó a la desesperación y corrupción, al igual que el poder o el mismo sexo. Es nuestra alma la que se prostituye para un bienestar físico. Hoy es martes, 6 de octubre del 2009, soy pensionista, no necesito trabajar para vivir, el dinero ni me preocupa ni sobra, estoy apuntado a uno de los mejores gimnasios de Barcelona, puedo comer cada día y tengo una cama donde dormir, tengo 29 años, soltero y sin compromiso, minusválido; a algunas personas les asustaría esta situación, gente que vive de premoniciones e ignora el gerundio. Las decisiones no hacen falta pensarlas mucho, al menos en mi vida. Hoy puedo vivir como Cristian y Scuby, y me gusta esta fusión. Hace unos días, soñé que estaba en clase, es uno de mis sueños recurrentes. En clase suelen darme bronca por no tener los deberes, un examen sorpresa, o salir a la pizarra. Esta vez, E. G. mi antiguo profesor de matemáticas, hacia complicadísimos cálculos, y era yo quien hacia las preguntas. Me levanté, y sorpresa… tenia cola, hasta la movía un poco. Meditando llegue a la deducción de que ya era parte del perro que desee ser un día. El cementerio está lleno de metas, por hoy es suficiente, mañana es demasiado, y ayer… ayer era lunes.