Mireia Ferrer
Hace 17 o 18 años me enamoré, ella era Mireia Ferrer, recuerdo sus ojos azules casi helados, su dermis impoluta, su pelo color trigo, su sonrisa envolvente, sus graciosos dientes perfectos, el olor neutro de su piel, y su voz dulce acompañada de risas amenas. Hasta recuerdo su madre, ojos azules, pelo corto, alta, delgada, rubita, y color rosáceo de piel como su hija. Su madre parecía enfadada con los hombres, y centrada en su trabajo. Mireia fue mi primer amor, aunque a decir verdad, no era una persona especial, al menos a los 12. Su cuerpo tenía un defecto, y no digería bien los alimentos. En el almuerzo, siempre tomaba galletas de arroz de sabor insípido, y a la hora de la comida, comía purés y mucha remolacha, nunca supe su dolencia exacta. Creo que su belleza perfecta para un niño, y su “fragilidad”, me hicieron amarla 2 o 3 años. Recuerdo hacer grandes esfuerzos por ella, en el patio jugaba a los bebes (muñecos de niños), a la comba, y a tumbar cromos de picar. Ella tenía 2 cromos preferidos, un pequeño perro negro parecido a un coker con menos pelo, con un collar rojo. Estaba saltando en la hierba, y se veía el cielo de fondo. Creo que el segundo cromo era igual, en color blanco el perro. Eso me costó una inmolación social delante de los demás niños. También tuve que convencer a mis padres para hacer clases de inglés, para estar con ella. La profesora se llamaba Virginia, era inglesa, y apenas aprendí nada. En 3º de EGB noté que se empezaba a fijar en Raül iglesias, e intenté mejorar mis notas, ya que él era el primero de la clase. Nunca descubrí que relación tenía ese niño con la Srta. Amparo, una ancianita de gafas y pelo blanco. Nunca pude pasar de ser el 2º mejor de la clase, sacaba 9s pero Raül era de 10s. Marc Mallasen, el mejor pintor de la clase, dibujaba caballos preciosos, y gustaba tontear con Mireia, muerto de celos, me pelee con él, a puñetazo limpio. En 4º de EGB la Srta. Simón era una vendida, nunca le importó mucho enseñar, trabajaba sin vocación, y perdí bastante el interés. Además se matriculo un niño nuevo, Ferran Pueyo, un niño mitad prodigio mitad mimado, que tenía notas insuperables, y juguetes de última generación. Supongo que fue en 5º cuando llego el gran desengaño… me mandó una carta a casa, diciendo que era una admiradora mía, donde se burlaba voluntaria o involuntariamente a la inteligencia humana. Una amiga, Marta Comajuncosas, me contó que fue obra de una tarde de aburrimiento de Mireia y sus amigas, Miriam Soler, y alguna mas. Me sentí tremendamente estúpido, llevaba casi 3 años dándolo todo por ella, y solo conseguí que me perdiera el respeto. Creo que ese fue el principio de uno de mis miedos irracionales, que una chica se burle de mí, no me respete, y me tenga de “satélite” bordeando su órbita para sacar provecho. Es increíble los detalles que me vinieron a la mente meditando, hacia años y años, que no accedía conscientemente a este “ayer”. Creo que ya va siendo el momento, de hacer consciente este recuerdo que tratando de prevenirme dolor, solo lo causa. Las mujeres no son malas, no son superiores tampoco, son como yo, humanos asustados por sobrevivir y ser respetados. Mireia Ferrer fue la primera niña qué tuvo unos padres divorciados en el colegio, Mireia tuvo que comer distinto y ser de cristal, Mireia fue maldita con la belleza física, y no sabía reconocer su humanidad; Mireia, si un día buscas tu nombre en internet, y lees esto, solo quiero que sepas, que no tuviste ni tuve la culpa.
Pd: Los nombres y apellidos, son reales para que todos tengamos la oportunidad de encontrar si buscamos, Marc, lo siento.
Pd: Los nombres y apellidos, son reales para que todos tengamos la oportunidad de encontrar si buscamos, Marc, lo siento.
2 Comments:
Es increible como puede marcar lo que consideramos nuestro primer amor.
besos desde León.
Cristian, no hay que sentir nada,fue el momento y el lugar equivocado tanto para mi como para ti...
Éramos dos críos incapaces de comprender nada,ni de poner nombre ni calificativo a lo que sentíamos, simplemente sucedió y quedará en nuestro recuerdo.
Cada uno de nosotros tuvo sus motivos para seguir aquella estúpida pelea hacia delante y no arrugarse, para nosotros dos quizás marcára algo en nuestro carácter y en nuestro recuerdo,para los demás que estuvieron allí,simplemente fue una pelea mas que con el paso de los dias,meses y años pasaría al olvido como otras muchas...
Resumiendo,los sentimientos a veces juegan malas pasadas.
Un abrazo
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