9/18/2014

Alzheimer

Las dificultades a veces son oportunidades para empezar de nuevo. Atajos del alma para probarse a si misma. Eso le pasó a mi abuela, una mujer seria que jamas tuvo infancia, y de mayor... De mayor quiso olvidarlo todo, y poco a poco volvió a ser niña. Por aquel entonces, poco se sabia del alzheimer. La mera palabra, asustaba a los médicos, y hacia llorar a mi madre. Para mi fue como tener una hermanita, ya crecida, pero una niña al fin y al cabo. Le encantaba tejer, lo hacia como los ángeles, pero irónicamente solo hizo una única prenda, que le costó años. Mi abuela adulta, era aburrida y sosa, pero mi hermanita menor pero mayor, era muy alegre. Recuerdo sus charlas mientras hacia los deberes, nos reíamos de tonterías. Siempre tejía la misma bufanda, yo por la noche, descosia lo hecho durante el día. Puede sonar malicioso, pero es una enfermedad muy dura, tan dura que te obliga a romper la lógica en la que nos encerramos cuando creemos ser adultos. Pero ella era feliz, siempre ilusionada con una bufanda semieterna, que me quería regalar para mi cumpleaños. Yo cumplía años cada mes, de esta manera, mi abuela me vio crecer, es mas, su mente era tan frágil, que pudo ver como me casaba, y como tenia hijos. Todo fueron montajes, pero nos hizo muy felices viéndola renacer de nuevo. Con el tiempo, mi abuela olvidó quien era yo, y me inventaba historias y situaciones, para que su alma pudiera experimentar, lo que en una situación normal, le hubiese costado varias vidas. Fue una niña muy feliz hasta los últimos años de su vida.
Su enfermedad le hizo olvidar lo que ella creía ser, pero ella me enseñó, que cada día es una nueva oportunidad, para perdonarse, y aprender la olvidar, la muerte, solo es lo que tu memoria, quiera recordar; y mi abuela no murió, solo cambió el recipiente donde su memoria existia.


Pequeño cuento poco trabajado para una asociación de alzheimer, aunque, como imaginareis, no fue aceptado

La esencia del Yo 5 años después

Alguien me hizo recordar uno de mis textos, en él hablaba del Yo, de lo corta que es la existencia de este, de sus mezclas, y pureza. Ese texto lo escribí el 11 de junio del 2009, en una madrugada, como muchos de mis textos. Me doy cuenta, que ese día fue mi cumpleaños, y esa noche, fui bendecido con la inspiración. No es que escriba otra persona mis textos, pero en cierta manera somos como mínimo dos. Desde niño ya destacaba en mí una capacidad innata para sentir ciertas percepciones y conceptos, como un ADN mental de ideas no definidas. Son cosas que se, pero necesito trabajarlas para darles un sentido, y una vez meditadas, escritas y publicadas, son admitidas. Después de 5 años, leo ese texto y percibo que es bastante bueno, y bastante acertado, sin embargo, aunque en él hay toneladas de confianza en uno mismo. Antes tal vez, confiaba más en mis razonamientos, porque tenía menos experiencia. Así es, cuanto menos sabemos más confiamos en algo, y cuando más profundizamos, más ignorancia e incompetencia encontramos en el horizonte de respuestas. Antes, confiaba mucho en mi percepción de que estábamos divididos en 3 partes, cuerpo, mente y subconsciente, pero gracias a mis experiencias con ciertas substancias y meditaciones, he conseguido sentir y escuchar a la mente, desde otro plano de existencia, y no me refiero a lugares remotos. Mi lugar de percepción real, parece ser detrás de los ojos, aunque en realidad depende del momento, pues puedo ser, detrás de las manos, en mi nariz, mi boca… resumiendo, existir, es sentir y pensar aparentemente, pero con estados alterados de conciencia, la cosa cambia, y te puedes situar, más atrás de ti, siendo una persona, que ve y siente a través de otro. Así, puedes oírte pensar, sentir tu cuerpo en la distancia, reclamando sus necesidades, o descartando lo que le hace sentir incómodo. Incluso, puedes oír el eco de tu subconsciente, que parece actuar egoístamente, como si de otro ser se tratase. Y quien soy yo cuando estoy en tercera persona? Soy un pequeño destello noble, que apenas se me escucha y oye, que tiene poco autocontrol sobre el resto. Mi conclusión seria, que soy un domador, rodeado de una bestia salvaje (cuerpo), un hombre (mente), y un depredador egoísta (subconsciente), los 3 están encerrados en el cuerpo de esta bestia salvaje. Yo soy los 3 a la vez, con los recuerdos de esta parte noble innata desde nacimiento, y si, podría decir, que eso es mi alma, mi alma a la que todos quieren imponerse. Hablar del alma como algo “científico” puede parecer algo contradictorio, pues impone un salto al vacío hacia lo desconocido, pero es un camino que elijo por voluntad propia, cuando desde niño en la escuela, nos imponen la lógica, que es otro paso al vacío que lleva a otro y a otro, acabándonos llevando hacia el vacío absoluto. Pero algo tan básico como 1 más 1 puede hacerte dudar, porque si dos cosas no pueden estar en el mismo lugar, porque se pueden sumar? (aparte de que no existen cosas iguales, a lo sumo, parecidas). Basamos nuestro universo en conceptos humanos, humanizamos a este y a dios dándoles principios y finales, exactamente cómo hacemos con nuestras vidas de carne. Nos atrevemos a dictaminar y dar como ciertos, conceptos que serían como pedirle a un perro, que defina que es un dios para él. Ser uno mismo, o sea ser un Yo puro, es el contrario de tener que decir constantemente “a mí me gusta”, “yo soy”, “yo quiero”, “yo tengo”, “no puedo”, “debo”, y derivados, el Yo no vive en el pasado, futuro o forma, el Yo es el momento eterno, que evoluciona sin limitaciones, o se estanca y se limita. Mi Yo real, ni se apega ni se dictamina, mi Yo, no conoce límites, pues siempre vivirá para sumar en cada momento de su eternidad, al igual que el tuyo.


http://kevedo.blogspot.com.es/2009/11/la-esencia-del-yo.html