2/16/2010

Por ahora

Llevo unas 8 horas oyendo la misma canción, toco el mueble donde están los altavoces, y escucho la música vibrar en él. Es como oír esa melodía con la mano, con el tacto que vibra entre vibraciones. La madera parece estar viva, parece estar llorando, se está muriendo, y se muere porque antes no estaba viva. La madera confía en mí, porque pienso que siente, me transmite su tristeza, y yo le dejo mi cuerpo para poder tener consciencia. Porque coño yo siento esto y los demás no, que jodida parte del chiste no entendí, nací defectuoso o afectuoso tal vez. Porque yo por el desamor sentía la necesidad de comerme las venas de mi mano, y desangrarme en un dolor irreal, no entiendo, porque para mí son esfuerzos titánicos; si la gente sintiese las cosas así, acabarían bipolares, drogados, alcohólicos, o suicidados. La madera está muerta, la soledad es ausencia de compañía, y el dolor mental es abstinencia… pero es tan real, dura tantas horas, es tan triste. Daban ganas de dormir 8 horas, y luego 8 más, para acabar en 8 más y volver a empezar. Lloro al recordarme así, y lloro de alivio, con lágrimas como puños que golpean el aire, y se entierran en el parquet de mi habitación. Qué hermoso es volver a ser libre, que glorioso es dejar de ser un zombi emocional, que grande es dejarse llevar. Ahora me iré a dormir, y dejaré la música sonar durante las 8 horas en que me apague, amaneceré con la sonrisa de 100 hombres, tú ya no duermes conmigo.


http://www.youtube.com/watch?v=SEAKYPovggw

Que ironia, es la entrada 150...