Nunca perteneceria a un club, que me admitiese como socio
Una mordaz frase, gélida e inteligente, que esconde una horrible realidad. La incapacidad humana para aceptar la felicidad fácil. El ego necesita exclusividad como parte de su menú, y no está dispuesto a rebajarse fácilmente ante lo barato. El ego es una scort, una puta de lujo con bragas de encaje. Estudiando seducción hay 3 normas básicas, que se pueden forzar o aprender. Una que no comparto, es el rechazo gratuito, somos así de frágiles, consideramos superior a alguien que no cuenta con nosotros, necesitamos su aprobación para sentirnos justificados; aunque pensándolo fríamente, somos seres de carne e ideas, fabricados de lo mismo, con casi idéntico código genético, más de un 99%, y un 96% comparado con un chimpancé. Es realmente única esa diferencia menor al 1%, pero injustamente sentida. La segunda norma y más interesante, es el juego interno. Los aviadores y buzos, cuentan sus horas de práctica, ya sea en los cielos o en las profundidades, bien, esto justo esta en medio de todo, se trata de un nano-cosmos metido en la cabeza de cada uno, una forma de conciencia distinta, una realidad que mira, aprende, olvida y actúa, dentro de una realidad rodeada de observadores, y en algunos casos, realidades. Si eres luz, veras caminos donde antes había zonas oscuras, si eres luz, otros querrán acercarse para verse a sí mismos, si eres luz, no vas a necesitar la electricidad. La tercera, seria entusiasmo, como seres humanos, solemos pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor… “he pasado cosas peores…”, “Cuando era joven todo era mejor…”, “ayer me lo pase genial...”… y la cruda realidad, es que tienes miedo, que te sientes viejo y de joven no tenias los medios, y ahora que si, no te atreves, y ayer te emborrachaste porque no te soportas. Pero… Si alguien se lo pasa genial, llegas a creerte que tu también, le acompañas, que gran honor. Está claro que son los 3 puntos generales más importantes, y en los 3, es el ego el vencedor, el de ambos, pues los peces van al anzuelo, por instinto, nadie les obliga a degustar un sabroso manjar. Y el pescador y el pez, luchan por salirse con la suya, comer el uno del otro, intentarse aprovecharse…. En verdad, la oportunidad de ayudar a un vecino, es un regalo. Un día los peces, aprenderán a cosechar algas, se volverán vegetarianos, y los animales también. Seria genial que los animales cobrasen por sus labores, bueyes trabajando en el campo, gaviotas haciendo de socorristas o perros ganándose el pan por horas sus largas de compañía. Tal vez, si todos fuéramos vegetarianos y con derechos, dejaríamos de matarnos. Pero entonces, los únicos esclavos serian las plantas, que a su vez se aprovechan de la luz del sol… Pero la realidad, es que somos débiles, y nos pasamos media vida huyendo de la oscuridad, y la otra corriendo hacia la luz… Párate un poco… tú también puedes brillar si te lo propones…