11/25/2009

Amas mis gafas, o lo que veo con ellas

Llega un día para todos los miopes, en que el oculista te dice que has perdido vista, y te recomienda cambiar de gafas. Tu sabes que has perdido visión, aunque te has acostumbrado, y sueles decir que si, te venden unos cristales, con los que las cosas se ven más pequeñas y nítidas. El cambio es bastante ingenuo, pagas dinero por ver más claras las impurezas. Preguntas si pasará algo si no las cambias, si perderás visión, y resulta que la vas a perder igual. Ocurre que gracias a unas gafas, lees los letreros y reconoces a la gente de lejos, y a cambio, ves los granitos de la gente, si tiene un poco de bigote una mujer, o sus ojeras, o todas esas pequeñeces. Y de pronto, mi cuerpo se cree dios y juzga si una persona es atractiva o no. Joder, menuda mierda de cambio, sin gafas el cuerpo ve bonita a la mayoría de personas, el oculista me está timando o es que a él también le engañaron… Y es que, ojos que no ven, corazón que siente, e irónicamente si ves a alguien bonito, tu embelleces también, porque la haces sentir bien. Allí llega una contradicción humana, la naturaleza nos ha maldecido con la necesidad de querer más, cuidado con lo que deseamos, puede cumplirse… Necesitamos la necesidad e incertidumbre del deseo, y cuando la meta no es suficiente (siempre hay algo aparentemente mejor) queremos mas y mas deseo. Es un mecanismo lógico, si fuéramos ingenieros, y tuviéramos que diseñar al hombre, sabríamos que la naturaleza recompensa a los mejor adaptados, y para ello hay que buscar los mejores genes y circunstancias para un dominio sobre el resto de seres. Es el mejor método para evolucionar una especie, pero con el rodaje de la tercera capa del cerebro, viene la conciencia y raciocinio. Y ahora podemos distinguir varias categorías, como Ser > Pareja > Familia > Amigos > Credo > Conocidos > Raza > Ciudad > Etc. > Mundo. El orden y variables cambian, pero está claro que en 90 años no se va a evolucionar genéticamente (de forma natural), que una decisión personal entre 6.000 millones no va a generar desequilibrio (seguramente), y que la evolución personal es más importante que la mundial. Así que nos quedamos con un humano, y un mecanismo obsoleto responsable de mucha insatisfacción y una mejora global extremadamente lenta. En realidad, podrías ser feliz trabajando una hora al día, ganarías 10 euros y podrías comprar arroz integral con algo más, dormirías en un hospicio, puente o una cabaña de palos en bosque. Realmente ser feliz o no, es relativo, aunque hace falta mucho autocontrol. 24 horas felices no, pero si se puede tener un gran índice de momentos felices, riendo, compartiendo, amando, fluyendo… Fluir es compenetrarse con la tarea realizada, sentirse uno mismo y estar extrañamente cómodo con ello, en ese momento nada ni nadie más es necesario, es como ser un pequeño dios o un gran orgasmo. ¿Puede el hombre desaprender sus instintos? El ego es instintivo, y forma parte esencial del individuo que lucha, pero si como seres de un mismo universo, nos podemos llegar a rendir, aceptar y entender que todos estamos enfrentados por rol, no porque sea una ley universal, el ego no tendrá razón de ser.