La belleza no esta en la cabeza
Buddhi era un tipo aparentemente común. Trabajaba para pagar una hipoteca, tenía equipo preferido en algún deporte. De muy de vez en cuando follaba, a veces sin pagar directamente. Cenaba en un restaurante una vez a la semana. Iba a la bolera cada 3 meses, e iba al cine en los estrenos. Lo único aparentemente distinto, era, su nombre. Un lunes, después del café matutino, le entró un crujiente retortijón. Se dispuso a generar abono y metano, se bajó los pantalones, deslizó sus slips con nombre de diseñador, se aparto los pelillos culeros, y se preparó a apretar. De mientras, su cabeza hambrienta de información, le obligo a leer uno de los textos más interesantes de sus posesiones: Uso y manejo del champú Rizos perfectos, marca “Pinten”. Cuando leía el aclarado, abajo, en el pequeño estancamiento de agua:
Estancamiento de agua:!Chof! ¡Chooof!
Buddhi: ¡Ahhhhhhhhhhhh…!
Estancamiento de agua y detritus:!Pssssssssssssssss…!
Buddhi: ¡Mmmmmmmm…!
Estancamiento de colorines: ¡Tic! ¡Tic!
Buddhi extasiado por el momento de acción, cerró los ojos y suspiró como una quinceañera enamorada. Se relajó y transcurrieron unos segundos. Un ligero gustillo recorrió un trasero. Se volvió más intenso y extra corporal. Miro el interior del trono para ver si había cambio. Sus ojos se enhuevaron cuando distinguió una figura serpenteante por el horizonte ya no tan blanco.
Buddhi poseído de adrenalina: ¡Coñooooooooooooo!
Figura asomándose en el abismo: ¡Tranquilo! Solo estaba mirando el paisaje.
Buddhi: !!!!!!Mi culo esta poseído!!!!!!
Figura replicando: No soy un espíritu. Y si, en cierta manera poseo tu culo.
Buddhi histérico: ¡Ahhhh! ¡Qué asco das! Te voy a cagar y… ¡Te escurrirás por un infierno de mierda!
Figura aparentemente asquerosa: ¡No…! Veras, soy una tenia, vivo contigo desde hace años, y me he ido alimentando de lo que me dabas, con el tiempo, aprendí a pensar, y a hablar tu idioma.
Buddhi: ¡Me da igual! Eres realmente repulsiva. No quiero tenerte, y menos dentro. ¡Te cagaré y te destruirás!
Tenia: No… no creo que haya mucha gente con una tenia parlanchina. Además, soy una tenia muy sabia.
Buddhi: ¿Sabia? ¿Has estudiado económicas?
Tenia: No.
Buddhi: ¿Tienes un máster?
Tenia: No.
Buddhi: ¿Sabes algebra y “gorrinometría”?
Tenia: No.
Buddhi: ¿Qué birria de sabiduría tienes?
Tenia: No hace falta tener para poder dar.
Buddhi: ¿Así de simple? ¡Paparruchas!
Tenia: Llegar a la simplicidad... Es conocer tu complejidad…
Buddhi: ¡Te estás poniendo muy Zen!
Tenia: No me hagas caso, ni yo misma me lo hago…
Buddhi furioso y empujando: ¡Acabemos con esto rápido!
Tenia medio desterrada: Esto… no hace falta que acabes con mi vida hoy… podría hacer algo por ti…
Buddhi frenando y con sus venas deshinchándose: ¿Algo por mi…? Cuéntame.
Tenia: Se muchos cuentos, podría contarte uno cada vez que vayas de vientre, no hace falta que me mates hoy…
Buddhi mas calmado: Mmmm… Podría ser interesante… Tal vez te de una oportunidad. Seguirás viva mientras me seas útil.
Tenia: Amen.
Buddhi se olvido prácticamente del tema, se limpió y se fue a trabajar. Al cabo de un par de días tubo otra cita con el lavabo, y tal y como dijo la tenia, esta asomó la cabeza cuando la tormenta se disipó, y le contó un cuento. Le gustó y estuvo picoteando en sus recuerdos, intentando sacar más chica de lo que parecían ser burlas y risas. Buddhi, harto de monotonía se serenaba con los cuentos, y extrañamente comenzó a transcribirlos. Algunos le hacían más gracia, otros menos, pero siempre fluía escribiendo, el tiempo desaparecía y el, observador mudo de lo que le habían explicado, transmitía las enseñanzas que la tenia contaba. Buddhi, llego a escribir un libro y unos cuantos cuentos, un total de 38 si añadimos este. Llegados a ese punto…
Buddhi en el lavabo: Sal, quiero mi cuento.
Su culo ni se inmuto. Buddhi se metió una fresa por el ojete.
Buddhi: Sal que se que te gustan.
Nada parecía cambiar. Buddhi se empezó a mosquear.
Buddhi: ¡Venga! ¡Sal!
Culo: …
Buddhi: ¡Sal o te cagaré!
La tenia se asomo al balcón tímidamente.
Buddhi: Ya era hora. ¡Cuento, cuento!
Tenia sonriendo: Me emociona que te gusten mis cuentos, pero verás… Yo me alimento de ti, ni más, ni menos. Mis cuentos solo son tu realidad más interna. Si tú no estás en paz contigo mismo, no puedo leerte bien. La prisa es para los que quieren morir rápido. La magia reside en uno mismo, solo que si somos dos, la invocación es más fuerte. No hay sexo débil, no hay sexo fuerte, solo hay miedo al cambio.
Si decides cagar tú tenia, elije la opción A, si decides permanecer con ella, elije la opción B.
A
Buddhi: Estoy harto de tus acertijos, si no sabes mas cuentos no me sirves. Yo quiero ser sabio y no depender de nadie. No dejas de ser un parasito come mierda en mi intestino. Deja de chuparme la vida y… ¡Prepárate para reunirte con tu creador!
Tenia: Si esa es tu elección, nadie puede rebatirte el camino a seguir…
Buddhi: !Ni ahora callas! ¡Mmmffffff! ¡Mmmmfff!
Tenia: ¡Hay! ¡Hay!
Apretó con tanta fuerza que la tenia fue directa al agua.
Buddhi: ¡Muereeeee perraaaaa!
Tenia: Glu glu…
La tenia murió donde mueren todos los sueños, en el epicentro del quimérico fracaso social. En poco tiempo Buddhi volvió a sus rutinas, y a maximizar sus emociones, consiguió engordar, ya no daba, y por consiguiente, ya nadie comía de él.
B
Buddhi: Entiendo lo que me dices, me has dado joyas increíbles, que no se pueden pagar, quizás no interesen a mucha gente, pero para mí son indicaciones a un camino a seguir, la dirección de mi vida, personal, y transferible.
Tenia: Así es, sigue solo lo que tu razón crea correcto, a nadie más, que a ti… a nada menos…
Buddhi: Escribiremos mas cuentos juntos.
Tenia: Hasta tu muerte no dejaremos de aprender y compartir.
Buddhi: Amen.
Tenia: Amen.
Estancamiento de agua:!Chof! ¡Chooof!
Buddhi: ¡Ahhhhhhhhhhhh…!
Estancamiento de agua y detritus:!Pssssssssssssssss…!
Buddhi: ¡Mmmmmmmm…!
Estancamiento de colorines: ¡Tic! ¡Tic!
Buddhi extasiado por el momento de acción, cerró los ojos y suspiró como una quinceañera enamorada. Se relajó y transcurrieron unos segundos. Un ligero gustillo recorrió un trasero. Se volvió más intenso y extra corporal. Miro el interior del trono para ver si había cambio. Sus ojos se enhuevaron cuando distinguió una figura serpenteante por el horizonte ya no tan blanco.
Buddhi poseído de adrenalina: ¡Coñooooooooooooo!
Figura asomándose en el abismo: ¡Tranquilo! Solo estaba mirando el paisaje.
Buddhi: !!!!!!Mi culo esta poseído!!!!!!
Figura replicando: No soy un espíritu. Y si, en cierta manera poseo tu culo.
Buddhi histérico: ¡Ahhhh! ¡Qué asco das! Te voy a cagar y… ¡Te escurrirás por un infierno de mierda!
Figura aparentemente asquerosa: ¡No…! Veras, soy una tenia, vivo contigo desde hace años, y me he ido alimentando de lo que me dabas, con el tiempo, aprendí a pensar, y a hablar tu idioma.
Buddhi: ¡Me da igual! Eres realmente repulsiva. No quiero tenerte, y menos dentro. ¡Te cagaré y te destruirás!
Tenia: No… no creo que haya mucha gente con una tenia parlanchina. Además, soy una tenia muy sabia.
Buddhi: ¿Sabia? ¿Has estudiado económicas?
Tenia: No.
Buddhi: ¿Tienes un máster?
Tenia: No.
Buddhi: ¿Sabes algebra y “gorrinometría”?
Tenia: No.
Buddhi: ¿Qué birria de sabiduría tienes?
Tenia: No hace falta tener para poder dar.
Buddhi: ¿Así de simple? ¡Paparruchas!
Tenia: Llegar a la simplicidad... Es conocer tu complejidad…
Buddhi: ¡Te estás poniendo muy Zen!
Tenia: No me hagas caso, ni yo misma me lo hago…
Buddhi furioso y empujando: ¡Acabemos con esto rápido!
Tenia medio desterrada: Esto… no hace falta que acabes con mi vida hoy… podría hacer algo por ti…
Buddhi frenando y con sus venas deshinchándose: ¿Algo por mi…? Cuéntame.
Tenia: Se muchos cuentos, podría contarte uno cada vez que vayas de vientre, no hace falta que me mates hoy…
Buddhi mas calmado: Mmmm… Podría ser interesante… Tal vez te de una oportunidad. Seguirás viva mientras me seas útil.
Tenia: Amen.
Buddhi se olvido prácticamente del tema, se limpió y se fue a trabajar. Al cabo de un par de días tubo otra cita con el lavabo, y tal y como dijo la tenia, esta asomó la cabeza cuando la tormenta se disipó, y le contó un cuento. Le gustó y estuvo picoteando en sus recuerdos, intentando sacar más chica de lo que parecían ser burlas y risas. Buddhi, harto de monotonía se serenaba con los cuentos, y extrañamente comenzó a transcribirlos. Algunos le hacían más gracia, otros menos, pero siempre fluía escribiendo, el tiempo desaparecía y el, observador mudo de lo que le habían explicado, transmitía las enseñanzas que la tenia contaba. Buddhi, llego a escribir un libro y unos cuantos cuentos, un total de 38 si añadimos este. Llegados a ese punto…
Buddhi en el lavabo: Sal, quiero mi cuento.
Su culo ni se inmuto. Buddhi se metió una fresa por el ojete.
Buddhi: Sal que se que te gustan.
Nada parecía cambiar. Buddhi se empezó a mosquear.
Buddhi: ¡Venga! ¡Sal!
Culo: …
Buddhi: ¡Sal o te cagaré!
La tenia se asomo al balcón tímidamente.
Buddhi: Ya era hora. ¡Cuento, cuento!
Tenia sonriendo: Me emociona que te gusten mis cuentos, pero verás… Yo me alimento de ti, ni más, ni menos. Mis cuentos solo son tu realidad más interna. Si tú no estás en paz contigo mismo, no puedo leerte bien. La prisa es para los que quieren morir rápido. La magia reside en uno mismo, solo que si somos dos, la invocación es más fuerte. No hay sexo débil, no hay sexo fuerte, solo hay miedo al cambio.
Si decides cagar tú tenia, elije la opción A, si decides permanecer con ella, elije la opción B.
A
Buddhi: Estoy harto de tus acertijos, si no sabes mas cuentos no me sirves. Yo quiero ser sabio y no depender de nadie. No dejas de ser un parasito come mierda en mi intestino. Deja de chuparme la vida y… ¡Prepárate para reunirte con tu creador!
Tenia: Si esa es tu elección, nadie puede rebatirte el camino a seguir…
Buddhi: !Ni ahora callas! ¡Mmmffffff! ¡Mmmmfff!
Tenia: ¡Hay! ¡Hay!
Apretó con tanta fuerza que la tenia fue directa al agua.
Buddhi: ¡Muereeeee perraaaaa!
Tenia: Glu glu…
La tenia murió donde mueren todos los sueños, en el epicentro del quimérico fracaso social. En poco tiempo Buddhi volvió a sus rutinas, y a maximizar sus emociones, consiguió engordar, ya no daba, y por consiguiente, ya nadie comía de él.
B
Buddhi: Entiendo lo que me dices, me has dado joyas increíbles, que no se pueden pagar, quizás no interesen a mucha gente, pero para mí son indicaciones a un camino a seguir, la dirección de mi vida, personal, y transferible.
Tenia: Así es, sigue solo lo que tu razón crea correcto, a nadie más, que a ti… a nada menos…
Buddhi: Escribiremos mas cuentos juntos.
Tenia: Hasta tu muerte no dejaremos de aprender y compartir.
Buddhi: Amen.
Tenia: Amen.