Peixet d'ulls grans
Nació rodeado de huevos, entre una especie de mucosa lefosa, casco una pelotilla que lo albergó, era ya el único de miles, pues un cucharón se llevo a sus hermanos que fallecieron en un restaurante chino, sin poder sentir la luz. Podría decirse que era especial, más bien su suerte. Fue creciendo comiendo detritus de conchas, sin pena ni gloria, los desperdicios eran nutritivos, y creció con unos ojos muy grandes para su tamaño. Cuando termino de asentarse de una vida nómada, se agenció una babucha, que uso de casa. Vivía en comunidad, sus vecinos eran una langosta llamada Mari Pili, que vivía en una vieja lavadora, 2 anguilas gemelas que se deslizaban dentro de una vieja pecera, y un caracol llamado Carlitos, que decoraba su caracola con trozos de papel de plata, era un caracol mariquita. Vivian en una comunidad en un claro de corales, en el centro de la plaza, un playmobil subido en una caja de cerillas, a modo de estatua. Eran buenos vecinos, Mari Pili desde su lavadora miraba en silencio como las anguilas gemelas se peleaban, o veía a carlitos acicalarse los cuernos, tonteando con alguna sardina drag queen, o las intensas y apasionantes charlas del pececito de ojos grandes, con el estático playmobil. Todo era muy normal, se pedían algas los vecinos entre si, se peleaban en las reuniones de la comunidad, se criticaban a veces.
Mari Pili: Siempre traes sardinas ruidosas cuando sube la marea y no me dejas dormir Carlitos!
Carlitos: Envidiosa, me tienes envidia porque mi casa es la más bonita.
O por ejemplo…
Anguilas: Sssss ssss tendríamos que poner tele por cable ssss ssssss.
Pececito: Estáis locas! Queréis electrocutaros?
Anguilas Sssss sss nosotras ya somos eléctricas, si nos enchufamos un cable de tele en el ojete veremos Tiburón III, o la Sirenita sss ssss.
Y aunque con pequeñas disputas, eran felices. La cosa empezó a cambiar, cuando el pececillo, que se llamaba Petete, vio un barco en el que ponía “Chanquete, te queremos”. Se acerco a mirar, y una voz interior dijo.
Voz: No te acerques a esas aspas.
Petete: Coño!, una voz, voy a hacerle caso por si acaso.
Así Petete hizo caso y se fue de la zona.
Tiempo mas tarde no recordaba ese extraño suceso en su vida e iba paseando distraídamente contemplando el fondo marino.
.oO Petete: Anda! Aquella freidora es nueva, también ese neumático, hay que ver como están edificando últimamente, cada vez somos mas, tendré que mudarme al mar Rojo o al mar Carpio a este paso.
Voz: No vayas hacia esos corales.
Petete: Corcholis!, otra vez tu, te voy a hacer caso porque me pillas de buenas.
El pececillo hizo caso de nuevo, no sin mosquearle algo la situación.
Paseaba de nuevo otro día, era de noche, y vio unas luces y una red. Su curiosidad le acerco unos metros, pero de nuevo susurro…
Voz: No te acerques a las luces.
El pececillo un poco jiñado por esta extraña vivencia, hizo caso por tercera vez, y se fue a su zapato a dormir.
El pez se sentía raro, una voz que le prohibía cosas, que raro, quería controlar su vida?
No se le ocurrió otra cosa que ir a hablar con Mari Pili, a fin de cuentas ella observaba todo desde su lavadora oxidada, quizás sabia de que podría tratarse.
Petete: Mari Pili, estas?
Mari Pili: Si Petete, no me hagas salir que llevo los bigotes sin alisar.
Petete: Esta bien, quería decirte, que oigo una voz, y me dice cosas que no tengo que hacer.
Mari Pili: Petete, debe tratarse de alguna vieja a la que le aburre su vida y mira la tuya, no le hagas caso.
Petete: Esta bien Mari Pili.
No sabía si le había dado un buen consejo, así que pensó…
.oO Petete: Voy a preguntarles a las hermanas anguilas, ellas son muy duras, y han vivido muchas aventuras, quizás sepan de que se trata.
Petete: Hola anguilas.
Anguilas: Ssssss hola Petete, vienes a pedirnos un mejillón para cenar? ssssss
Petete: No gracias, venia a pediros consejo.
Anguilas: Sssss cuéntanos ssss.
Petete: Veréis, desde hace tiempo oigo una voz que me ordena cosas, que puede ser?
Anguilas: Ssssss esta claro, es alguien que te quiere hacer daño, métele un chispazo y luego un mordisco sssss.
Petete: Muchas gracias por el consejo.
Petete no quedo del todo convencido, así que pensó…
,oO Petete: Quizás Carlitos sepa de que se trate, conoce a mucha gente extraña, y siempre es el alma de las fiestas en la discoteca “isla fantasía”.
Petete: Hola Carlitos.
Carlitos: Hola Petete, me pasas ese coral violeta? Tengo que pintarme los ojos.
Petete: Si, claro, toma. Veras Carlitos, venia a pedirte consejo.
Carlitos: Tu tampoco sabes que ponerte en la fiesta del capitán Sparrow? Hay, que guapo es!.
Petete: No es eso, veras hace tiempo oigo una voz.
Carlitos: Eso es que tienes que salir del armario pedazo sarasa.
Petete: Olvídalo, que te lo pases bien en la fiesta.
Petete no acababa de decidirse, así que finalmente pensó…
.oO Petete: Solo me queda por preguntar a mi amigo el playmobil, lleva ahí años, pero nunca contesta, quizás el sepa que hacer.
Petete: Hola playmobil, como lo llevas?
Playmobil: Glu glu.
Petete: Yo estoy igual, tanta humedad me mata.
Playmobil: Glu glu.
Petete: Pues veras, hace tiempo que oigo una extraña voz, todo el mundo dice que no le haga caso.
Playmobil: Glu glu.
Petete: Pues estoy confuso, creo que es buena la voz, pero todos me dicen que es mala.
Playmobil: Glu glu.
Petete: Deben tener razón, la próxima vez no le haré caso. Muchas gracias por tus sabios consejos.
Playmobil: Glu glu.
Y el pececito pensó en ir a la fiesta del capitán Sparrow, y por el camino vio un gusano flotando en el agua.
Voz: No comas ese gusano.
Petete: Eres un envidioso, tiene pinta de estar riquísimo, me lo voy a comer!
El pececito se acerco, cerro los ojos, y lo mordió. Notó un pinchazo en la boca, y una gran fuerza invisible que le empujaba hacia arriba. Lucho hasta que se le acabaron las fuerzas, y por fin cedió.
El cadáver de Petete yacía entre unas hojas de lechuga, cebolla, y 4 olivas, alguien acercó su cuerpo a unos grandes dientes. La gran boca eructó, y sonó así.
Boca: Thelodijeppp!
Dedicado a A.Pamies.
Mari Pili: Siempre traes sardinas ruidosas cuando sube la marea y no me dejas dormir Carlitos!
Carlitos: Envidiosa, me tienes envidia porque mi casa es la más bonita.
O por ejemplo…
Anguilas: Sssss ssss tendríamos que poner tele por cable ssss ssssss.
Pececito: Estáis locas! Queréis electrocutaros?
Anguilas Sssss sss nosotras ya somos eléctricas, si nos enchufamos un cable de tele en el ojete veremos Tiburón III, o la Sirenita sss ssss.
Y aunque con pequeñas disputas, eran felices. La cosa empezó a cambiar, cuando el pececillo, que se llamaba Petete, vio un barco en el que ponía “Chanquete, te queremos”. Se acerco a mirar, y una voz interior dijo.
Voz: No te acerques a esas aspas.
Petete: Coño!, una voz, voy a hacerle caso por si acaso.
Así Petete hizo caso y se fue de la zona.
Tiempo mas tarde no recordaba ese extraño suceso en su vida e iba paseando distraídamente contemplando el fondo marino.
.oO Petete: Anda! Aquella freidora es nueva, también ese neumático, hay que ver como están edificando últimamente, cada vez somos mas, tendré que mudarme al mar Rojo o al mar Carpio a este paso.
Voz: No vayas hacia esos corales.
Petete: Corcholis!, otra vez tu, te voy a hacer caso porque me pillas de buenas.
El pececillo hizo caso de nuevo, no sin mosquearle algo la situación.
Paseaba de nuevo otro día, era de noche, y vio unas luces y una red. Su curiosidad le acerco unos metros, pero de nuevo susurro…
Voz: No te acerques a las luces.
El pececillo un poco jiñado por esta extraña vivencia, hizo caso por tercera vez, y se fue a su zapato a dormir.
El pez se sentía raro, una voz que le prohibía cosas, que raro, quería controlar su vida?
No se le ocurrió otra cosa que ir a hablar con Mari Pili, a fin de cuentas ella observaba todo desde su lavadora oxidada, quizás sabia de que podría tratarse.
Petete: Mari Pili, estas?
Mari Pili: Si Petete, no me hagas salir que llevo los bigotes sin alisar.
Petete: Esta bien, quería decirte, que oigo una voz, y me dice cosas que no tengo que hacer.
Mari Pili: Petete, debe tratarse de alguna vieja a la que le aburre su vida y mira la tuya, no le hagas caso.
Petete: Esta bien Mari Pili.
No sabía si le había dado un buen consejo, así que pensó…
.oO Petete: Voy a preguntarles a las hermanas anguilas, ellas son muy duras, y han vivido muchas aventuras, quizás sepan de que se trata.
Petete: Hola anguilas.
Anguilas: Ssssss hola Petete, vienes a pedirnos un mejillón para cenar? ssssss
Petete: No gracias, venia a pediros consejo.
Anguilas: Sssss cuéntanos ssss.
Petete: Veréis, desde hace tiempo oigo una voz que me ordena cosas, que puede ser?
Anguilas: Ssssss esta claro, es alguien que te quiere hacer daño, métele un chispazo y luego un mordisco sssss.
Petete: Muchas gracias por el consejo.
Petete no quedo del todo convencido, así que pensó…
,oO Petete: Quizás Carlitos sepa de que se trate, conoce a mucha gente extraña, y siempre es el alma de las fiestas en la discoteca “isla fantasía”.
Petete: Hola Carlitos.
Carlitos: Hola Petete, me pasas ese coral violeta? Tengo que pintarme los ojos.
Petete: Si, claro, toma. Veras Carlitos, venia a pedirte consejo.
Carlitos: Tu tampoco sabes que ponerte en la fiesta del capitán Sparrow? Hay, que guapo es!.
Petete: No es eso, veras hace tiempo oigo una voz.
Carlitos: Eso es que tienes que salir del armario pedazo sarasa.
Petete: Olvídalo, que te lo pases bien en la fiesta.
Petete no acababa de decidirse, así que finalmente pensó…
.oO Petete: Solo me queda por preguntar a mi amigo el playmobil, lleva ahí años, pero nunca contesta, quizás el sepa que hacer.
Petete: Hola playmobil, como lo llevas?
Playmobil: Glu glu.
Petete: Yo estoy igual, tanta humedad me mata.
Playmobil: Glu glu.
Petete: Pues veras, hace tiempo que oigo una extraña voz, todo el mundo dice que no le haga caso.
Playmobil: Glu glu.
Petete: Pues estoy confuso, creo que es buena la voz, pero todos me dicen que es mala.
Playmobil: Glu glu.
Petete: Deben tener razón, la próxima vez no le haré caso. Muchas gracias por tus sabios consejos.
Playmobil: Glu glu.
Y el pececito pensó en ir a la fiesta del capitán Sparrow, y por el camino vio un gusano flotando en el agua.
Voz: No comas ese gusano.
Petete: Eres un envidioso, tiene pinta de estar riquísimo, me lo voy a comer!
El pececito se acerco, cerro los ojos, y lo mordió. Notó un pinchazo en la boca, y una gran fuerza invisible que le empujaba hacia arriba. Lucho hasta que se le acabaron las fuerzas, y por fin cedió.
El cadáver de Petete yacía entre unas hojas de lechuga, cebolla, y 4 olivas, alguien acercó su cuerpo a unos grandes dientes. La gran boca eructó, y sonó así.
Boca: Thelodijeppp!
Dedicado a A.Pamies.