Carta al banquero
Le escribo esta
carta por 2 motivos, uno es mi problema para que me entienda, otro porque usted
puede apelar al tiempo, al estado de ánimo, y otras excusas mentales, para hacer
caso omiso de mis palabras. Claro que usted puede tirar esta carta o limpiarse
el culo con ella, pero entonces, usted habrá desaprovechado la oportunidad de
ser mejor persona, y un día acabaran diciéndole que se lo advirtieron.
Sin tener en
cuenta la familia, amantes, hipotecas, y demás obligaciones autoimpuestas,
usted es persona, y usted está trabajando para una empresa, que juega con el
tiempo de la gente. El dinero es una cosa que te dan, por un dinero de alguien
ganó gastando un tiempo de su vida haciendo o haciéndole hacer a alguien algo.
Pues bien, personas como las que mandan en esta empresa, se encargaron de que
todo el mundo que viviese en un país mínimamente organizado, necesitara meter
su tiempo en un banco, porque si no tener un mínimo de calidad de vida, se hace
muy cuesta arriba. En el paquete de clientes, se incluyen todo tipo de personas
con variadas dificultades, jubilados, minusválidos, analfabetos, etc. Las
empresas como la en la que trabaja, se encargan de limpiar su cara, colando
mensajes falsos (publicidad), entre los únicos momentos de ocio de muchas
personas, que llegan a casa agotados, por invertir su tiempo en horas de
trabajo, para poder pagar facturas, no contentos con obligar a la gente, a
meter su tiempo en sus cajas fuertes, les lavan el cerebro con la publicidad, y
para más recochineo, les cobran comisiones, alegando un esfuerzo que en su
mayoría de casos, suele hacer un ordenador, que hace millones de procesos, por
segundo. Eso sí, su empresa alega que da intereses, que a menos que tengas
inmensas cantidades de tiempo, no te sirve ni para pagar sus impuestas
comisiones. Los bancos, suelen blindarse con miles de cláusulas legales, que te
hacen firmar. Esos textos, están encriptados expresamente para que no te
enteres de una mierda, y firmes por vergüenza o pereza. Para un banco, el
tiempo es un mero decimal, una mera cifra imaginaria, ya que en realidad, no
tienen el dinero total, de todas esas personas y borreguitos, son, vendedores
de humo. Llegan a tener los santos cojones, de dar hipotecas asegurándose de
que si no cobran, echaran a la Puta calle a una familia a la calle, ayudados
por la policía, ya que es la ley, leyes que suelen ser escritas por políticos
financiados por empresas como la suya. Ellos nos guisan, ellos nos comen.
Así que cada vez,
que alguien como usted, me dice que no me cobraran comisiones, y lo hacen, sepa
que su empresa se aprovecha de su imagen, para intentar hacerme un poquito más
viejo e infeliz, y si yo compruebo que ustedes (ya le incluyo en la trama), me
están cobrando comisiones, gasto parte de mi tiempo y de mí y de mi posible
felicidad, por el mero hecho de comprobarlo.
Quizás usted este
justificándolo todo, pensando que usted solo hace su trabajo, usted es un mero
sicario, que roba tiempo con una sonrisa en la cara, un boli en una mano, y un
caramelo en la boca, usted solo tira bistecs envenenados a perros que se los
comen, usted solo trata de alimentar a su familia y demás obligaciones
autoimpuestas, porque usted es más importante, que las otras almas, usted es el
elegido por los dioses.
Ahora, no me
responda, hagamos como si usted no hubiese leído esta carta, me importan un
comino sus respuestas, si puede hacer que me devuelvan las comisiones, hágalo,
si no puede o no quiere, ni se moleste. Limítese a cerrar mi cuenta, y si tiene
ética, aún está a tiempo de hacer un mundo un poco mejor.
Nota: Esta carta no pudo ser entregada por motivos personales, pero tanto este texto como otros, pueden ser usados o reciclados para uso personal, o sin animo de lucro, respetando los derechos de autor.
1 Comments:
Ole, ole y ole.
Lástima que todas esas sanguijuelas nos consideren creados únicamente para su beneficio, y por tanto, cualquier queja salida de nuestra boca sea para ellos considerada igual que un pedo de mosca.
Eso sí, esta mosca se fue zumbando a otro banco (que remedio. Te obligan a tener uno quieras o no) Sé que estoy alimentando a otras sanguijuelas de todos modos, y que mi puesto lo ocupo pronto otro pobre desgraciado, pero al menos ellos no viviran más a mi costa.
Arañita.
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