11/02/2012

31 Octubre




Hija: No te quiero engañar, el médico dice que estas muy jodido, y que seguramente esta noche morirás.
Padre: Tengo mucho frio hija, yo también siento que mi vida se va.
Hija: Estoy tan triste que podría llorar sangre.
Padre: No estés triste hija, la muerte no es mala.
Hija: Es horrible, solo imaginar que mañana no estarás conmigo, me paraliza el aliento.
Padre: Piensa que voy a irme de viaje, y mi muerte es la última cosa que me queda por enseñarte.
Hija: Viaje…? Aprender que…?
Padre: Un viaje que harás más adelante; y mostrarte que la vida es un simple juego, sin principio ni final.
Hija: Que juego es morirte? Que juego es que ya no pueda reír y llorar contigo? Que juego es perderte?
Padre: Se trata de aprender a morir. Se trata de que no hace falta que estemos juntos para poder compartir. Se trata de que no puedes perder lo que no tienes. Nuestros cuerpos fueron un préstamo, que sabíamos que se degeneraría en polvo mas tarde. Si un ser superior nos juntó, es por algo, y lo volverá a hacer si es necesario.
Hija: Creo que la medicación te está afectando papa.
Padre: He pedido al médico que no me sede, quiero estar consciente a la hora de morir, y sobre todo, quiero poder hablar contigo de igual a igual.
Hija: Que quieres decirme papa?
Padre: Dicen, que cada 31 de Octubre, es una noche mágica, y se abre una puerta que comunica el mundo de los vivos con los espíritus, y ese día algunas almas visitan a sus familiares. Las almas carecen de carne, y no necesitan estar en contacto con los vivos para sentirlos, pero comprenden, que sus seres queridos sí.
Hija: Quieres decir que vendrás a verme?
Padre: Si es verdad esa leyenda, si.
Hija: Y como vendrías?
Padre: No lo sé hija, pero no sería con este cuerpo.
Hija: Y como sabría que eres tú?
Padre: Seguramente no lo sabrías, pero no hace falta que veas mi amor para sentirlo.
Hija llorando: Lo sabré papa, no te preocupes.
Padre apagándose: Allí donde quieras que este, estaré. Cuida de tu madr…
El padre dejo de gesticular, y su mano dejó de apretar la de su hija.
Desde entonces, cada 31 de octubre, su hija mira por la ventana, y cuando un pájaro la visita, sonríe y dice:
No hace falta ver tu amor, para sentirlo papa.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Es lo más hermoso que he leido en mucho tiempo. Decirte que me encanta es quedarse corta. sabes ? a veces, cuando estaba tristona y Misi se me quedaba mirando fijamente mucho tiempo y sin motivo, haciendo que me fijase en sus ojazos verdes... del mismo tono que los de mi padre... es una locura pero... a veces sentía y pensaba lo mismo que esa mujer mirando el pajarito.
Aranita.

10:33 p. m., noviembre 04, 2012  

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