El suicidio pasivo

Estas muerto. Lo que sucede, es que aún no lo sabes. Solo piensas lo que otros dicen, solo repites palabras. Tu vida se resume, a trabajar (si tienes “suerte”), llegar a casa, cenar, ver la tele con tu familia, pegar a veces un mal polvo, dormir, almorzar, y eso es todo hasta el fin de semana, donde al anochecer de domingo, piensas melancólico… Nada ha cambiado. Ya ni recuerdas la última vez que fuiste feliz más de 10 minutos seguidos. Tú mejor amiga, te ha robado a tus hijos, los entiende mejor que tú, los educa por ti, tu mejor amiga, es una televisión. Por eso estas muerto, porque tu vida se ha reducido a un suicidio pasivo, que avanza lenta pero inexorablemente al suicidio activo.

Has perdido todo rastro de objetividad, eres una masa sin forma de ego, que supura los peores rasgos del ser humano, y una frustración sin límites. Y es que te han educado así, has aprendido a usar solo el lado izquierdo del cerebro. Desde niño, fuiste recompensado en la escuela por usar el hemisferio izquierdo, te enseñaron a fraccionar y dividir tu tiempo, a usar la razón y no cuestionar, a ser dirigido y no libre,  a ser orientado y a no imaginar. Te encerraron en las paredes de la lógica, y la realidad, es todo menos eso.

No tienes por qué ser parte del sistema, no tienes que hacer lo que se te manda, no tienes que ser lo que ellos quieren que seas. Y es que ellos temen que descubras que eres mucho más que un mono pensante. Tienen pavor a la creatividad, a la fantasía. Un gobierno no tiene sentido sin una necesidad, y qué sentido tiene un sistema que te controla, si puedes ser dueño de tus ideas, si con solo imaginar, calmas tu sed, si ya no temes a nada ni a nadie, si confías en la naturaleza humana.

La libertad justificada con control y represión, es un concepto imaginado, por alguien que jamás conoció el camino. Vivimos en total cautividad, con una máxima, productividad a costa de cualquier precio. La tecnología es un derivado natural de la vida; su objetivo no es la supervivencia, si no, promover la propia vivencia, darnos una vida más plena. Somos esclavos si dejamos que ese sea nuestro libre albedrio, no va a venir nadie a salvarnos, debemos aprender la lección y madurar, nuestro único enemigo, es el miedo.