12/02/2009

Párpadeos eternos

Fue hace 3 años. Posiblemente la peor noche de mi vida, salía de un coma de 15 días y hacia semanas que no iba de vientre. Probaron masajes anales, y lavativas, pero no parecía funcionar, tenía un tapón. Así que engañado, una enfermera me dio a tragar un potingue lechoso, que luego confesó: Es laxante para caballo. Como no podía comunicarme, me hacían toda clase de perrerías sin avisar, desde meterme un dedo por el ojete, a meterme medio metro de tubo por la nariz, era el paciente muñeco. Tardo un rato en hacer efecto, de repente noté como si el propio Satanás, me metiera la mano por el culo con su mano de lava, y rompiera mi recto hasta llegar al estomago, y allí fuera sacando mierda de puñado en puñado. Era un dolor tan aterrador e intimidante que me cagé vivo literal y metafóricamente… Estaba muerto de miedo, pensaba que iba a morir así. Era muy patético un final así, y después de 13 años de ateísmo, me puse a rezar como una rata. No creo que actuase como un cobarde, ahora sé que la mayoría de personas habrían hecho lo mismo, y es que la muerte no intimida porque no es un concepto humano, la muerte solo mata. En mis sueños comatosos también moría, pero solo sentía una gran tristeza, parecida al desamor en su estado más intenso. Es curioso observar la vida de los 2 más grandes maestros de la vida-muerte conocidos, como son Buda y Jesucristo. A pesar de lo que se ha podido escribir, creo que estos personajes eran en esencia ateos, y confiaban en la esencia armónica del hombre. Buda, que nació 500 años antes que Jesucristo, era un ser tremendamente especial, intentó hallar la paz en el dolor, el hambre, la disciplina… y un día, medio muerto de hambre, oyó un comentario sobre la cuerda de un instrumento, si estaba demasiado tensa la cuerda se rompía, y si estaba suelta no sonaba. A partir de entonces, dejó de torturarse, y acabo encontrando su equilibrio. Creo que se enfrento tantas veces a la muerte, que ya no la temía, y en cierta medida la meditación es muerte, pues desconectas tu superficie, y te limitas a sentir. Podía meditar durante días, y bajo un árbol, se enfrentó a sus demonios, los venció, y consiguió ser un dios en vida, aunque siempre consciente de su mortalidad, murió de una indigestión. Jesucristo era puro amor, tenía un mensaje claro, amaos los unos a los otros, pues somos hijos de un mismo padre. No es muy distinto a pensar que todos somos hijos de un mismo universo, y que no tiene sentido enfrentarnos. Por desgracia, Jesucristo habría sido un gran publicista, y la gente sin el don para la creación, actuó de buena o mala fe con sus palabras. Portó una cruz hacia su muerte, algo con un merito sobrevalorado, pues cientos de hombres pasaron por lo mismo. Hoy en día, se sabe que la tierra gira alrededor de un sol, un sol entre miles de millones de soles en el universo observable, tal vez una cifra que tienda a infinito. La tierra es un átomo cósmico, y cada ser es una dimensión distinta de conciencia. La edad del último big bang conocido, es de 13.600.000.000 años, y es posible, que en realidad sea eterno, o tal vez la eternidad dura 13.600.000.000 y lo que siga. Creo que el universo tiene una edad infinita, con su extensión, y todas las cosas han sucedido y suceden en el tiempo. Que en realidad morimos a cada instante, y que es solo nuestra memoria la que nos da sensación de existencia continuada. Cada noche, morimos unas 8 horas, nuestro cuerpo sigue funcionando, pero solemos olvidarnos hasta el último detalle de lo que sucedió, y sin embargo, es un proceso natural y nada traumático, es un simple parpadeo, y creo que como en los sueños, en un universo infinito, nuestra conciencia se repite una y otra vez, sin ser conscientes de que ya existimos antes, una y otra vez durante eones, entre parpadeos.

2 Comments:

Anonymous Ari said...

Me ha gustado mucho keve. Besos

6:40 p. m., diciembre 03, 2009  
Blogger Keve said...

buh

3:18 p. m., diciembre 04, 2009  

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