12/13/2009

¿La duda tiene alma?

En 1982 se entrenó la película Blade Runner, basada en una novela editada en 1968. En el film hay unos seres llamados “replicantes”, que son copias de humanos con recuerdos grabados, listos para ser adultos, y poder hacer las mismas funciones que los humanos. Se plantean preguntas como que es realmente lo que nos diferencia entre humanos y máquinas. La duda es razonable, aunque no es necesaria una clasificación, somos agua, carbono, calcio, hidrogeno y hierro básicamente, la única diferencia es el orden de los átomos, la vida es orden generado a partir de mucho desorden. En la película una chica descubre que es “replicante”, todos sus recuerdos son vivencias de otra persona. Su familia no es suya, su vida es una copia. Así es la vida de la mayoría de ordenadores, una copia de un sistema operativo, y programas que se repiten. Podríamos sentir empatía, pero creemos en la consciencia del dolor, y como un chip de silicio no parece compartir mucho con nosotros, nos da igual esclavizarlo. Usamos a las plantas con la misma finalidad, campos masivos de concentración, alimentadas y obligadas genéticamente a engordar para nosotros. Con los animales suele pasar igual, salvo la ironía que muchos de los campos de concentración vegetales, son para alimentar campos de concentración animales, que a su vez, ambos cultivos, vegetal y cárnico, son necesarios para alimentar a un monstruo llamado sociedad, que amamanta egos mayores que ella misma. ¿Nos odia la naturaleza por tratarla así? Creo que no, que es otro tipo de conciencia muy distinta, ni superior ni inferior, que entiende o no entiende ciertos conceptos. Dudo que un escarabajo odie a alguien porque algún humano mate a sus crías de un zapatazo, sin embargo, si fuese al revés seguramente la venganza sería terrible. Eso me lleva a pensar, en que la realidad humana es heredada a lo largo de generaciones, y la de la naturaleza es una realidad genética. Pero, la realidad es que este texto también es una herencia generacional, que parte de base de un hecho que se da por sentado. Nuestros 5 sentidos nos dan una interpretación, e interactuamos con esta información, pero nada asegura que es real. Suena hasta esquizofrénico, asumir que tal vez todo es una percepción, la existencia en si no tiene lógica, átomos y galaxias de dimensiones inimaginables, tienen tanta lógica como los dioses. Es imposible saber, si hace años que entre en coma, y el universo entero es una creación de mi mente, que fuera de mi cuerpo, existe otra existencia. Como sujeto no se puede afirmar que la realidad es única y completa. Al igual que una segunda generación de insectos en un terrario, ¿cómo sabrían que esa no es la realidad? ¿Se generan realidades a partir de la interacción con otras realidades? La realidad es proporcional a la conciencia, y mientras estén equilibradas no hay problema. Si fuésemos un ente binario consciente solo veríamos ceros y unos, indagando mas veríamos que son simples combinaciones para guardar datos, y tal vez con mucha práctica entenderíamos que esos datos forman órdenes.
Tal vez si existan dioses, nosotros lo somos para un escarabajo.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me gusta la película sobre la que hablas he visto 3 veces porque me encanta su música y hablando de los replicantes “las máquinas perfectas” con inteligencia envidiable. Si yo encontrase un robot como Andrew no me importaría compartir mi vida con el "El hombre Bicentenario"

8:23 p. m., enero 02, 2010  
Blogger Keve said...

"El hombre bicentenario" mereceria varias profundas reflexiones, excelente pélicula, quiza me anime a volver a verla y estudiarla mas a fondo.

8:51 p. m., enero 02, 2010  

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