Un gato por metro cuadrado
Al final lo consiguieron, no se sabe bien cómo, pero paso. Algún país lo invento, y quizás por accidente o no, se escampo. Así es, la humanidad fue aniquilada en su totalidad, alguien invento unas galletas para él te. Descubrió una fórmula secreta que ya había aniquilado varias civilizaciones millones de eones atrás, y sin saber esto, se empezaron a comercializar. El mundo se mataba, los pobres por comer una galleta más, y los ricos de un empacho. Los cadáveres reunidos en ciudades y selvas, se descompusieron. Ante la ignorancia de los otros seres vivos, lo construido se cubrió de polvo, y fueron pasando millones de años como quien no quiere la cosa. La evolución sigue, y junto con batallas épicas como 300 gatos contra 10.000 perros, guerras púnicas y mundiales, el gato se volvió la especie dominadora, pequeños seres felinos que erguidos sobre 2 patitas y una cola, crearon grandes urbes con cortinas que colgaban de la luna, ovillos inmensos que llamaban hogar, cascabeles brillantes donde acicalar sus bigotes, y miles de zapaterías donde poder vestirse. Como al igual que sus civilizaciones precedentes, había varias razas y colores, y tenían esclavos que vendían y torturaban con insidiosas pulgas. Eran perros venidos de África, amaestrados por la naturaleza, y domesticados por el cautiverio gatuno. Los siameses, la clase burguesa, tenían a humanos como animales de compañía, pensaban. Que graciosos los humanos, con 2 tetillas o 2 bolillas colgando, que patosos son, y van aún a 4 patas. Les gustaba tenerlos debajo de la mesa esperando que alguien les diese algo para comer. Por supuesto los gatos no se limitaban solo a eso, y dos gatos, Isidoro y Catvoman iban paseando por el desierto, cuando ya llevaban un buen rato…
Isidoro: Oye, esto es muy bonito y romántico, pero creo que ya llenamos el cupo de romanticismo por un mes, tengo las botas llenas de arena. ¿Podemos volver a casa a comer una lata de sardinas?
Catvoman: La verdad es que ya casi me ha pasado la regla, no tiene mucho sentido que estemos aquí paseando pudiendo jugar al gato y al ratón, volvamos mejor.
Isidoro: ! Ho No! ¡Menuda perrada!
Catvoman: ¿Qué pasa?
Isidoro: Olvide cambiarle las pilas a la brújula esta mañana. Se han gastado.
Catvoman: ¿y qué hacemos?
Isidoro: Caminemos a la deriva, no se me ocurre nada mejor.
Los dos gatos caminaron todo el día, a la noche se acurrucaron formando una bolita de pelo. Por la mañana hasta la cantimplora estaba sedienta, aún así caminaban, ya exhaustos vieron una gran línea en forma de media luna. A lo alto del punto anterior al intermedio, había un círculo. Metros paralelos a este otro círculo hundido en la arena.
Isidoro: Mira cariño, estamos al borde de la muerte, y ya veo líneas en la arena.
Catvoman: No es un espejismo, yo también las veo, y no son líneas, es un dibujo.
Isidoro: ¿Sera un niño que vive por aquí? ¡Si es así estamos salvados!
Catvoman: Es posible, pero yo solo veo arena, y más arena. ¡Hasta los bigotes de tanta arena! parece que forma una cara así “:D”.
La cara empezó a mover arena, esbozo una sonrisa mas pronunciada, y de repente la arena comenzó a silbar entre el viento.
Cara en la arena: Sssssss holasssss hijosssss sssssssssss.
Isidoro: Tenemos una insolación de pelotas, te dije que no teníamos que esnifar cola de impacto.
Catvoman: Tengo mucho calor y sed, ¡estoy flipando!
La cara pareció reírse con una ruidosa carcajada, de repente se formó una cruz y la boca formo un arco (“ XD”).
Cara en la arena: Sssssssss dissssculparsss, nosssss meeee disssss cuenta ssssssss.
Se dibujo un guiño de ojo (“;D”) y una palmera creció de sopetón, brotaron racimos de dátiles. Una nube se formó de la nada, y la tierra se abrió formando un gran agujero, que se relleno de lluvia con gotas que parecían cubos. En pocos segundos se había formado un oasis, los dos gatos se pusieron a beber y a comer como galgos. Los gatos concluyeron su festín, y del suelo aparecieron palitos delgados que usaron de mondadientes.
Isidoro: ! Bruuuup! (eructo)
Del cielo apareció un ave coloreada con el pico curvado, y se poso sobre el hombro de Isidoro.
Ave: Buen provecho.
Catvoman: ¿Qué haces aquí ser extraño?
Ave: Estaba tomando el sol hasta que vinisteis.
Catvoman: ¿Quién eres?
Ave: Antiguamente me llamaban gaya, yo soy todos vosotros.
Isidoro: ¿Nosotros?
Ave: Vosotros. Verás, tu estas formado de seres simples que viven y habitan en ti. Estos forman entes más complejos que viven y habitan también en ti. Y cada vez forman un ser más grande y más “vivo”. Y tú eres uno de esos pasos. Por si mismos cada uno no hace apenas nada, juntos viven y piensan, aunque por si solos no sepan hacer otra cosa que sobrevivir alimentarse y reproducirse. Pues bien, yo soy bacterias, células, estructuras, animales y gatos incluidos.
Isidoro: ¿Y las piedras?
Ave: Las piedras están tan vivas que no podrías ni imaginártelo, todos son hermanos tuyos, familia silenciosa en simbiosis.
Catvoman: ¿Y cuando me como a mis hermanos acuáticos?
Ave: Eso es algo normal, la vida necesita vida, valga la redundancia. Tienes que dar de comer a billones de criaturitas que habitan en ti, tú también acabaras como mínimo siendo abono de mí. Y de alguna forma acabaras siendo savia de mis venas como ahora.
Isidoro: ¿Así que tu lo eres todo?
Ave: No, yo soy tu madre, pero yo también tengo una.
Catvoman: ¿Y quién es tu mama?
Ave: No es una madre, yo formo parte de una galaxia y esta del universo. Vosotros no sabéis exactamente que es. Ahora sois la especie dominante, pero antes lo eran los hombres. Ellos empezaron a ver lo microscópicos que eran, y lo pequeña que soy yo en realidad. Como es normal en la mayoría de evoluciones, acabaron destruyéndose, menos mal.
Isidoro: ¿El hombre? No me lo trago. ¿Quién domino antes que el hombre?
Ave: El cacahuete.
Catvoman: ¿Por qué has dicho menos mal?
Ave: Porque aunque comeros forma parte de la simbiosis silenciosa, ellos castigaban a sus hermanos. Me afeitaban para construir sus nidos y juguetes, me ensuciaban y consumían. Aún sigo enferma. Yo me regenero, pero lentamente. Hay que matar, pero lo justo, y respetándonos.
Catvoman: ¿Estas enferma? ¿Tienes pulgas?
Ave: Algo así, tu especie no es la excepción. Hay un sitio que llamáis China, que hay un gato por metro cuadrado. Otro lugar llamado U.S.A y como dice la palabra, os enseñan lo que teneis que usar. Cosas que no existían antes, aún así creéis que no se puede vivir sin. Y Europa acaba siendo copiada también, y las unas a las otras. Enterráis basura en mi piel, os matáis y manipuláis.
Isidoro: ¿Te debemos algo?
Ave: No se puede comparar una ameba contigo, ni tú eres más feliz ni ella es más tonta. Sois distintos, diferentes necesidades y algo en común. No me debes nada, tan solo agradece lo que tienes, a mi no, a todos tus tu sí.
Isidoro: Oye, esto es muy bonito y romántico, pero creo que ya llenamos el cupo de romanticismo por un mes, tengo las botas llenas de arena. ¿Podemos volver a casa a comer una lata de sardinas?
Catvoman: La verdad es que ya casi me ha pasado la regla, no tiene mucho sentido que estemos aquí paseando pudiendo jugar al gato y al ratón, volvamos mejor.
Isidoro: ! Ho No! ¡Menuda perrada!
Catvoman: ¿Qué pasa?
Isidoro: Olvide cambiarle las pilas a la brújula esta mañana. Se han gastado.
Catvoman: ¿y qué hacemos?
Isidoro: Caminemos a la deriva, no se me ocurre nada mejor.
Los dos gatos caminaron todo el día, a la noche se acurrucaron formando una bolita de pelo. Por la mañana hasta la cantimplora estaba sedienta, aún así caminaban, ya exhaustos vieron una gran línea en forma de media luna. A lo alto del punto anterior al intermedio, había un círculo. Metros paralelos a este otro círculo hundido en la arena.
Isidoro: Mira cariño, estamos al borde de la muerte, y ya veo líneas en la arena.
Catvoman: No es un espejismo, yo también las veo, y no son líneas, es un dibujo.
Isidoro: ¿Sera un niño que vive por aquí? ¡Si es así estamos salvados!
Catvoman: Es posible, pero yo solo veo arena, y más arena. ¡Hasta los bigotes de tanta arena! parece que forma una cara así “:D”.
La cara empezó a mover arena, esbozo una sonrisa mas pronunciada, y de repente la arena comenzó a silbar entre el viento.
Cara en la arena: Sssssss holasssss hijosssss sssssssssss.
Isidoro: Tenemos una insolación de pelotas, te dije que no teníamos que esnifar cola de impacto.
Catvoman: Tengo mucho calor y sed, ¡estoy flipando!
La cara pareció reírse con una ruidosa carcajada, de repente se formó una cruz y la boca formo un arco (“ XD”).
Cara en la arena: Sssssssss dissssculparsss, nosssss meeee disssss cuenta ssssssss.
Se dibujo un guiño de ojo (“;D”) y una palmera creció de sopetón, brotaron racimos de dátiles. Una nube se formó de la nada, y la tierra se abrió formando un gran agujero, que se relleno de lluvia con gotas que parecían cubos. En pocos segundos se había formado un oasis, los dos gatos se pusieron a beber y a comer como galgos. Los gatos concluyeron su festín, y del suelo aparecieron palitos delgados que usaron de mondadientes.
Isidoro: ! Bruuuup! (eructo)
Del cielo apareció un ave coloreada con el pico curvado, y se poso sobre el hombro de Isidoro.
Ave: Buen provecho.
Catvoman: ¿Qué haces aquí ser extraño?
Ave: Estaba tomando el sol hasta que vinisteis.
Catvoman: ¿Quién eres?
Ave: Antiguamente me llamaban gaya, yo soy todos vosotros.
Isidoro: ¿Nosotros?
Ave: Vosotros. Verás, tu estas formado de seres simples que viven y habitan en ti. Estos forman entes más complejos que viven y habitan también en ti. Y cada vez forman un ser más grande y más “vivo”. Y tú eres uno de esos pasos. Por si mismos cada uno no hace apenas nada, juntos viven y piensan, aunque por si solos no sepan hacer otra cosa que sobrevivir alimentarse y reproducirse. Pues bien, yo soy bacterias, células, estructuras, animales y gatos incluidos.
Isidoro: ¿Y las piedras?
Ave: Las piedras están tan vivas que no podrías ni imaginártelo, todos son hermanos tuyos, familia silenciosa en simbiosis.
Catvoman: ¿Y cuando me como a mis hermanos acuáticos?
Ave: Eso es algo normal, la vida necesita vida, valga la redundancia. Tienes que dar de comer a billones de criaturitas que habitan en ti, tú también acabaras como mínimo siendo abono de mí. Y de alguna forma acabaras siendo savia de mis venas como ahora.
Isidoro: ¿Así que tu lo eres todo?
Ave: No, yo soy tu madre, pero yo también tengo una.
Catvoman: ¿Y quién es tu mama?
Ave: No es una madre, yo formo parte de una galaxia y esta del universo. Vosotros no sabéis exactamente que es. Ahora sois la especie dominante, pero antes lo eran los hombres. Ellos empezaron a ver lo microscópicos que eran, y lo pequeña que soy yo en realidad. Como es normal en la mayoría de evoluciones, acabaron destruyéndose, menos mal.
Isidoro: ¿El hombre? No me lo trago. ¿Quién domino antes que el hombre?
Ave: El cacahuete.
Catvoman: ¿Por qué has dicho menos mal?
Ave: Porque aunque comeros forma parte de la simbiosis silenciosa, ellos castigaban a sus hermanos. Me afeitaban para construir sus nidos y juguetes, me ensuciaban y consumían. Aún sigo enferma. Yo me regenero, pero lentamente. Hay que matar, pero lo justo, y respetándonos.
Catvoman: ¿Estas enferma? ¿Tienes pulgas?
Ave: Algo así, tu especie no es la excepción. Hay un sitio que llamáis China, que hay un gato por metro cuadrado. Otro lugar llamado U.S.A y como dice la palabra, os enseñan lo que teneis que usar. Cosas que no existían antes, aún así creéis que no se puede vivir sin. Y Europa acaba siendo copiada también, y las unas a las otras. Enterráis basura en mi piel, os matáis y manipuláis.
Isidoro: ¿Te debemos algo?
Ave: No se puede comparar una ameba contigo, ni tú eres más feliz ni ella es más tonta. Sois distintos, diferentes necesidades y algo en común. No me debes nada, tan solo agradece lo que tienes, a mi no, a todos tus tu sí.
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